Serán más largos y más cálidos los veranos

Veranos más largos y más calurosos se presentarán durante los próximos años en la región que abarca los estados de Sonora y Arizona, afirmó el Dr. James Shuttleworth en la conferencia inaugural del VII Congreso Internacional de Ciencias Ambientales, organizado por el Instituto Tecnológico de Sonora.

Este pronóstico es resultado de varios años de investigación en torno a los efectos que presenta el cambio climático en diferentes regiones del mundo, profesor de la Universidad de Arizona y director de Sahra, organismo que estudia las sustentabilidad de los recursos hídricos en las regiones semiáridas.

Un total de 22 modelos de pronósticos, agregó Shuttleworth, coinciden al afirmar que en los próximos años se acentuarán las diferencias entre las áreas secas, que serán cada vez más secas, y las húmedas, que serán cada vez más húmedas.

Los factores que han provocado esta situación son, principalmente, el aumento de la demanda de agua provocado por el crecimiento de la población en regiones áridas, como el sudoeste de Estados Unidos, y la expansión de las actividades agrícolas e industriales en estas zonas, explicó.

Otro factor de gran impacto son los cambios en la vegetación derivados de la reducción de agua disponible, expresó.

“Hemos llegado casi al límite de la disponibilidad de recursos hídricos superficiales y subterráneos”.

El Dr. Shuttleworth advirtió sobre la necesidad de atender los pronósticos que se realizan en esta problemática pues se trata de pronósticos muy confiables.

Mencionó como ejemplo el incremento en los niveles del mar, fenómeno que va persistir durante los próximos siglos y que tiene un impacto importante en los cambios ambientales del planeta.

De la misma manera, añadió, debemos estar atentos a los pronósticos que advierten sobre los grandes cambios de temperatura que experimentarán en los próximos 20 años el Polo Norte y regiones semiáridas como la que ocupan Arizona y Sonora.

Otro de los pronósticos preocupantes, indicó, es la sequía que habrá de presentarse en el período comprendido entre 2006 y 2030, y que será similar a la experimentada hace 50 años en el sudoeste de los Estados Unidos.

El panorama presentado por Shuttleworth no fue apocalíptico pues precisó que esta problemática puede enfrentarse con éxito si se toman las medidas correctas para no agotar los recursos hídricos disponibles, revertir el agotamiento de la vegetación y modificar la intervención humana en el medio ambiente.

“La educación es un factor importante, sobre todo la que se imparte a los niños que serán los futuros adultos”, comentó.