Después de pensarlo mucho uno se animaba a invitarla a bailar. Ella iba de chaperona, su hermana y el novio ya estaban en la pista, así que el intercambio de miradas prometía un "sí" automático, pero no, porque era muy joven aún y su papá le prohibía bailar con desconocidos.
Y uno sentía que se lo tragaba la tierra, caminar de regreso a donde estaban los amigos con una risita burlona, cruel, y no quedaba más que apechugar. Tomarse otra cerveza como si nada hubiera pasado aunque por dentro el orgullo estaba hecho trizas.
Hasta que una noche en el Olímpico conocías a una con la que bailaste toda la noche y quedaron citados para verse al día siguiente en la Laguna del Náinari donde inició un romance cuyo final feliz fue el día de la boda.
Eran los años setentas y los bailes en el Club Olímpico y "en el artistocrático Club Campestre" eran amenizados por grupos como Los Cheyennes, La Trankilidad, Riki Brown y La Tribu, Andrés González y su Ritmo Alegre, La Tierra y La Mente, entre otros.
La foto retro de hoy fue tomada a Los Cheyennes en un baile del Campestre hace 40 o más años.
Allí están Ramsés Navarro detrás de la batería, Fernando López con el bajo, César requintea y Efraín Navarro se luce en el teclado.
"No te olvidaré aunque hoy enamorado de otra esté..." y las parejas bailaban sin moverse.
Foto y datos proporcionado por Adolfo González Riande.