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La historia del sector educativo en Cajeme ha sido una historia brillante si se considera que actualmente Ciudad Obregón es una de las ciudades con más alto nivel educativo en el país. El promedio de matrícula universitaria también figura entre las más altas.
Estos logros son resultado de una proceso evolutivo que arranca con la creación de las primeras escuelas básicas que se construyeron en Cajeme.
Hasta la década de los veinte las enseñanza primaria se impartía en salones improvisados, bajo los árboles o en casuchas que habían sido construidas con cualquier otro fin, menos el de funcionar como centros educativos.
Destaca en esta historia el inmigrante alemán Hermann Bruss quien fue uno de los primeros cajemenses en preocuparse por la institucionalización de la enseñanza a través de la creación de planteles escolares.
A partir de la década de los treinta empieza la construcción de escuelas que fincaron la bella historia de la educación en Cajeme.
“La Calleja”
La escuela “Carlos M. Calleja” es la más antigua entre las primarias que hoy funcionan en Ciudad Obregón.
Fue fundada en 1930, ha conservado desde entonces un prestigio poco común en el sector de la educación básica pues muchos padres de familia la escogen como la escuela de sus hijos aun cuando vivan en sectores o calles alejadas de “la Calleja” o con otras primarias más cercanas.
Cada generación de cajemenses ha tenido una amplia representación entre los alumnos que allí estudiaron alguna vez.
El cronista Miguel Mejía Alvarado mencionaba nombres como los de Julián y Chava Cuevas, Octavio Vargas Martínez, Chano Soto, “El Güero” Aldama, Enrique Traslaviña, Ricardo Quintero, Manuel “Pateloro” Ojeda, Jesús Corral Ruiz, Beto Esquer, “El Perito” Oropeza y “El Zurdo” Ochoa, entre otros niños que integraron las primeras generaciones de alumnos de “la Calleja”.
De esa época, el cronista rescató lo nombres de las primeras maestras, como Carmen y Chayito Cuevas, Miranda, Elena, Leonor y Amparo García. Aquí se jubiló la profesora Carmelita Sánchez Corral.
“La Dworak”
En el sector comprendido entre las calles Durango y Coahuila, Zaragoza y Niños Héroes, se edificó la escuela primaria “Fernando F. Dworak”, junto a los terrenos baldíos donde poco después el general Román Yocupicio intentó de fundar la Colonia Obrera y quedó en eso nada más, en un intento, y donde también funcionó por algunos años la Cuadra Municipal hasta que el presidente municipal Angel López Gutiérrez ordenó que ésta se trasladara a la colonia Matías Méndez.
Al crecer la población escolar fue necesario ampliar el plantel. A fines de los sesenta, se cerró al calle Niños Héroes entre Coahuila y Durango para edificar un anexo al plantel original, por lo que recibió el nombre de “Escuela Dworak No. 2”. Hoy se llama oficialmente “Prof. Jesús Aguirre Durán”.
Junto a este plantel se construyó el Centro de Salud y años después la guardería infantil “Angela T. Gándara”.
A partir de la década de los ochenta el crecimiento de otros sectores de la ciudad y la apertura de más planteles de educación básica en los nuevos fraccionamientos, hizo que decreciera la población en las calles aledañas a la “Dworak” y con ello bajó la demanda escolar.
Alrededor del sector que domina esta escuela, han vivido familias de arraigo en nuestra ciudad como los Jaime Ortega, los Rivera, los Valdenebro, Lagarda y Sierra, entre otros grupos familiares.
“La Cajeme”
Junto con la Calleja, la Dworake y la Rebsamen en Plano Orient, la escuela primaria Cajeme formó el trío de los plantes escolares públicos de mayor tradición en la ciudad durante más de 50 años.
El Centro Escolar Cajeme fue construido en 1995 en la esquina de las calles 5 de Febrero y 6 de Abril, precisamente donde hoy se encuentra la biblioteca del campus central del Itson.
En este sector vivían y han vivido familias como los Saucedo, Sánchez Márquez (hasta hace poco), los Alvarez, los Cañízares (con una bella casa de tejados rojos), también estuvieron alrededor la carpintería de los hermanos Preciado, las viviendas de Felipe Saldívar, Antonio García y Roberto Jacobo, además del taller y la refaccionaria de Lorenzo Quiñónez.
Comenta el cronista Mexía Alvarado en su libro “Cajeme de Ayer”:
Y al fondo de lo que fue la calle Durazno (hoy 5 de Febrero) estaban las casas de Luis Salazar, Chepina Beltrán, la carpintería de los hermanos Vidal y los domicilios de Herlinda González Cañedo, Josefina González viuda de Gálvez, además de los almacenes de José Bojórquez donde estuvo la agencia Carta Blanca (esquina con la calle 200).
