Quien haya sido alumno de la Secundaria "José Rafael Campoy" en la década de los sesenta o en los setenta, recordará sin duda al Chuco.
Sí, el joven aquél que estaba a cargo de la refresquería.
Delgado y moreno, de cabello relamido (tal vez peinado con Glostora o Wildrot), breves patillas y pantalón de mezclilla, el Chuco se movía entre cajas de sodas y charolas de donas, urgiendo a los clientecillos, chamacos "hijos de la Macuchi".
El puesto, ubicado en el centro del patio, junto a un viejo árbol, era exlcusivo de la Pepsi y atendido por varias personas.
El Chuco era popular entre alumnos y alumnas, los atendía con actitud imperativa, un "qué quieres, morro, apúrate". Y los más confianzudo le hacían bromas que él respondía si estaba de buen humos. Cuando no, los corría.
El receso entre clase y clase, la soda y la dona por 1 peso, los gritos del profesor Huízar que se oían hasta el patio; las maestras Chela Navarrete, Conchita Valencia, Lolita Gálvez, Herma Sánchez, la miss Borquez... y el temido Tacho, el profe Guerra, Chimino. Corona y el teacher Mariscal con su acento en ch...
Imágenes convocadas por la presencia del Chuco, quien ahora vive en Mexicali. La foto se la envió Joaquín Soltero a otro Joaquín, el Sánchez.
Es solo una foto que abre paso a imágenes de una época donde lo más bello fue descubrir la mirada de una chica siguiéndolo a uno, una mirada que nos sigue toda la vida.
Era la Secundaria y nosotros brincábamos de niños a adolescentes. Qué cosas, no?