El mes de agosto cerró con una cifra cercana a los 56 homicidos dolosos perpretados en Cajeme.
La cifra es un promedio de los datos que proporcionan los diferentes medios que cubren este tipo de hechos. Algunos manejan datos un poco más altos, otros ligeramente más bajos. Unos incluyen a los muertos hallados en fosas clandestinas y que seguramente fueron víctimas de crímenes cometidos semanas, meses o años atrás.
Pero el dato duro es que se trata de homicidios que aún no habían sido registrados.
Más allá de la polémica, el dato real, duro, no está en números sino en el continuo ulular de las sirenas y las narrativas que casi a diario se repiten de una o dos nuevas ejecuciones criminales.
En la gráfica que aquí presentamos no se menciona el número exacto para evitar controversias innecesarias. Pero la realidad diaria habla por sí sola para demostrar que no es una exageración.
Si pensábamos que el 2020 había sido el año más sangriento, con más crímenes en la historia de Cajeme, este 2021 lo ha superado en tan sólo ocho meses.