|
Un caso atípico de suicidio por decapitación fue la causa de la muerte del empresario Rodrigo Peñúñuri, direcivo de una maquiladora del Parque Industrial, ocurrida el pasado 6 de junio en un paraje rural, informó Claudia Indira Contreras.
La titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) epxlicó que para llegar a esa conclusión se revisaron más de 88 líneas de investigación en las que participaron peritos de la FGJE e incluso investigadores de la Universidad de Sonora.
Contreras narró los hechos ocurridos desde temprana hora del sábado 6 de junio cuando Peñúñuri salió de su casa aparentemente rumbo a su trabajo en el Parque Industrial pero en lugar de seguir la ruta acostumbrada se internó al Valle del Yaqui a través de la calle Meridiano, luego por la Bambú y calle 600 con dirección de poniente a oriente.
En ese punto bajó de su camioneta, amarró una cuerda a un poste de la Comisión Federal de Electricidad y el otro extremo en forma de lazo lo llevó a la cabina del auto donde lo colocó en su cuello y aceleró la unidad, hasta que metros más adelante la cuerda se tensó al máximo y le cercenó la cabeza.
Contreras afirmó que este tipo de suicidios es atípico pero hay registros de hechos similares en internet.
Aclaró que la ruta seguida inicialmente por Peñúñuri cuando salió de su casa fue registrada en las cámaras de videovigilancia del C5 donde puede verse la camioneta en movimiento.
Al ingresar al Valle desaparece de las cámaras del C5 pero a partir de allí su ruta quedó registrada en el GPS de su automóvil.
La reconstrucción de los hechos mediante tiempos y movimientos del GPS evidencian cómo el empresario bajó del automóvil, amarró un extremo de la cuerda en el poste y la distancia que alcanzó conduciendo antes de que la tensión de la cuerda le cercenara la cabeza y la camioneta quedara embancada en un talud o loma de tierra en la orilla del camino.
Al momento de ser localizado el cuerpo por elementos policiacos, el automóvil aún tenía la llave del switch en encendido y la palanca de cambio en avanzada.
Los peritos forenses no encontraron evidencias en el cuerpo de Peñúñuri de un forcejeo con otra persona que la haya inducido a realizar la acción que segó su vida.
Después se visitó la ferretería donde se había vendido la cuerda -dato tomado de la tarjeta de crédito- y el empleado reconoció a Peñúñuri como la persona que un día antes la había comprado.
Para establecer la velocidad que desarrolló el auto en el momento de los hechos se consultó a expertos de la Universidad de Sonora que calcularon una velocidad próxima a los 26 kilómetros por hora
Con esa exposición Claudia Indira Contreras descartó que la muerte del empresario haya sido provocada por el crimen organizado.
