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Los jóvenes quizá no sepan que el 7 de junio, este sábado, fue antes día de mucho jaleo, y ni siquiera lo imaginaron porque fue un sábado muy tranquilo, aunque, claro, sin contar los muertitos de Cajeme que son noticia infalible al sentarse a consumir el desayuno cotidiano.
Un día se le ocurrió al coronel García Valseca, fundador de “El Sol de México” y otros soles en provincia, que el Día de la Libertad de Prensa fuera el 7 de junio, y un Presidente, sin seguridad, creo que Miguel Alemán, le siguió la corriente y asistió al desayuno inicial. Y siguieron así muchos presidentes y gobernadores y hasta presidentes municipales copiones, en el ámbito de su competencia.
Yo asistí al primer desayuno que encabezó el presidente Carlos Salinas, y si no me equivoco, con ese mandatario terminó lo que casi era costumbre. Fue bueno que acabaran porque los que acompañaban al mandatario eran más bien los empresarios de la prensa. Y se habían confundido el Día de la Libertad de Expresión, consagrado en el artículo 6º. de la Constitución, que atañe a todos los mexicanos, y el de la Libertad de Prensa, exclusivo para periodistas, que garantiza el artículo 7º.
He oído el rumor de que en Hermosillo gestionan que se reconozca el Día del Chayote. No sé por qué.
50 AÑOS DE LA SSH
La Sociedad Sonorense de Historia cumplirá en noviembre cincuenta años. Estoy pendiente del programa de eventos respectivo a ver a cuáles me permitirán asistir mis viejas piernas.
El gobernador Carlos Armando Biébrich debe haber agendado su asistencia a la ceremonia de inauguración en 1975, pero se atravesó la masacre de campesinos en San Ignacio Río Muerto, cayó, y el gobernador sustituto, Alejandro Carrillo Marcor resultó el inaugurador.
Cuando menos en dos municipios hubo filiales de la SSH: en Ciudad Obregón y en Guaymas. Las hubo pero hace años que no las hay. Con suerte habrá elementos capaces de revivirlas. Ojalá.
carlosomoncada@gmail.com
