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No te hagas el disimulado. Ya está aquí el domingo. Hay que ir a votar por los candidatos a ministros de la Suprema Corte de Justicia, los magistrados de los diversos colegiados de Circuito y de Distrito, los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, los de ese tribunal cuyo nombre es para mí novedoso y que tiene la muy importante tarea de vigilar la conducta de los jueces en general.
Quienes afirman que por primera vez elegiremos los ciudadanos a los jueces, están en un error. Durante breve lapso del Siglo XIX se eligieron jueces en Sonora, como lo consigno en mi libro “Dos siglos de periodismo sonorense”, que no viene a cuento repetir.
Sé de memoria lo que muchos alegan contra la elección. Por ejemplo, que está costando miles de millones de pesos. Es cierto, pero la época en que se discutió el proyecto de ley ya pasó, no vamos a estancarnos en la discusión sobre lo que quedó atrás, superado. Es el momento de aprovechar de buena manera lo gastado.
Se dice también que son demasiado los candidatos y no los conocemos. ¿A poco a los candidatos a diputados federales y locales y a los aspirantes a presidentes municipales los conocemos? Cuando comenzaron a aparecer los candidatos que a los sonorenses nos interesan, los que van para cargos en el Supremo Tribunal de justicia, que además con pocos, tres solamente, y cuando se siguió mencionando a otros, tuve el cuidado de leer las entrevistas y datos curriculares, y tengo bastante claro por quiénes votaré. Si tú no buscaste información, no reniegues; hacerlo era tu responsabilidad. Tampoco es para echarte a llorar. Acude a votar y no empeores las cosas. Si no lo haces sólo por flojera, estás fregado como ciudadano. Ni cara tienes para criticar a otros.
Además, no estás solos. Tenemos amigos listos que nos orientarán. Y te doy gratis una idea: si hay en la fila, esperando su turno, una mujer guapa, a ella plantéale las dudas que tengas; a lo mejor ligas y al término de la jornada tendrás argumentos para cantar las ventajas de la democracia.
Ve a votar este domingo. No botes a lo tonto la oportunidad de enriquecer un poco más (o un mucho más) nuestro poder, el poder de los ciudadanos.
carlosomoncada@gmail.com
