Este fin de semana tendremos ¡Por fin! Un fin de semana musical con ritmos más allá de lo común: los corridos tumbados, el reaggeton y la cumbia gacha (porque la bailan agachados).
Dicen que la sociedad es lo que la música refleja, de hecho, esta es la expresión musical más socializada, 10 o más radiodifusoras se pelean rating al programar esos géneros que brindan la suficiente anestesia para no mirar lo que ocurre alrededor, o oírlo con el sentido programado.
Los chicos del Jazz Club Carlos Parra y Jorge Vera con la inquietud real de promover el gusto por el Jazz, desde hace años han iniciado este proyecto cultural que tarde o temprano rendirá frutos en el sueño esperado. La tarea no ha sido fácil, el solo hecho de mencionar la palabra Jazz alejada del vocabulario musical tradicional es ya un acicate que superar.
Sin embargo, ellos, y bien por ello, han hecho lo posible por sacar adelante su proyecto que va desde la instrucción didáctica en su escuela, creación de mercados y compartir el gusto por la música cultural, y entre ello, el jazz.
Promueven la participación de jóvenes contagiados o recién contaminados en esa rara enfermedad musical que tanta alegría nos brinda a quienes nos gusta el amplio universo del género.
Pues bien, esta semana el publico obregonense tendrá la oportunidad de disfrutar un manjar musical en el nivel disponible que no se debe de desaprovechar, el programa contempla tres presentaciones: el jueves 15 en Cócorit en el lugar: Cervecería Punto de Unión participando en el guateque musical: Fujipa y los Lugo Brothers en algo que se llamará “Noche de Jazz”, el viernes 16 en la Casa de la Cultura Los Lugo Brothers y el “Jazz Ensamble” del Jazz Club amenizarán la noche con “Jazz Clásico”.
El sábado el cotorreo jazzístico seguirá en el Musor (Nainari y Coahuila) coto de nuestro buen amigo y mejor promotor cultural Sergio Inzunza. Allí será el cierre de este ciclo denominado “El Fin del Jazz” , pues el cierre con broche musical constará de clases de salsa (llevar tomates y chiles serranos) no, Salsa de la buena, de la que enchila el alma con ritmos afroantillanos, de la que invita a “mover el bote” ritmos latinos tan naturales a nuestra forma de ser.
Sin duda, una gran oportunidad para la comunidad jazzeril este esfuerzo (porque lo es) de los chicos del Jazz Club y de esta ciudad tan ávida de eventos culturales que aporten algo a la actividad neuronal tan requerida para el desarrollo cultural.
Deseándoles éxito. Mister Lobo.
Nota. No entendí eso de “EL FIN DEL JAZZ”¿???? Suerte.