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No hubo rebelión en la actual granja gobiernista
“La libertad es la capacidad de hacer lo que quieres, no lo que otros quieren que hagas”.
La rebelión de la granja. 1943. De George Orwell.
El segundo debate, en analogía con una lucha libre de 3 round, dónde el anterior lo ganó Claudia Sheinbaum, en este segundo round definitivamente, a opinión de varios politólogos y los que seguimos la transmisión del mismo, tratando de ser imparciales, ganó Xochitl Gálvez, por lo que el marcador se empata 1 a 1. Aunque no faltarán los de uno y otro partido que su candidata o el candidato ganó. Por eso la política a la mexicana, chimiscolera, se da el gane al calor de las emociones y no por las razones. Aunque, sí lo analizamos en el plan de las propuestas, el candidato del M.C., comparsa de MoReNa, que no tiene nada que perder y lo más que puede ganar es un anhelado huesito, se fue por la libre pero se evidenció, que aunque atacó “a las dos”, en apariencia, los ataques fueron más inclinados hacia Xochitl. Reitero, dejando al candidato comparsa a un lado, Xochitl ganó.
Los tres candidatos, ellas y él (por aquello del de-género), llegaron al lugar de la cita, con actitud triunfalista. Muy común en las contiendas políticas. El escenario del lugar y los moderadores en comparación con el anterior mejoró. Aunque la temática de 4 bloques: Crecimiento, empleo e inflación, 2.- Pobreza y desigualdad, 3.- Infraestructura y desarrollo y, 4. – Cambio climático y desarrollo sustentable; en realidad fueron 9 temas y poco tiempo para debatir exclusivamente sobre ellos. No ahondaré sobre cada uno, por cuestiones de espacio y tiempo. Solo lo grueso de las participaciones.
Al igual que el anterior los ataques entre los candidatos fue el común denominador. Ahora se notó a la verdadera Xóchitl, tranquila, alegre, decidida y firme en sus participaciones, administrando más sus tiempos, hasta le sobró para prestarle a la candidata morenista, para que le contestara sus acusaciones. Una Claudia Sheinbaum, rígida y negándose de nuevo a contestarle a Xóchitl cuando la acusa de ser candidata de las mentiras y al final de narca candidata, y Claudia, como siempre, la acusa primero como candidata del PRIAN y después de corrupta. El candidato de retaque o comparsa, aprovechó para, otra vez, darse a conocer y exponer sus propuestas, ya no se le notó como “bagre fosfo” fuera del estanque: estuvo relajado y cumplió con su misión: la notoriedad del atacar a Xochitl y aparentando atacar a Claudia. Claro y notorio. A menos que algún chairo del M.C. (Mercenario Candidato y su dueño), salgan con sus otros datos (“más profundos”).
La insistencia de Xóchitl en debatir no solo en los temas, que aunque distintos al anterior, el tema de la corrupción salió de nuevo a relucir, y a las preguntas de Xóchitl, Claudia, ahora sí defendió al gobierno de López Obrador y a sus obras faraónicas y sobre evaluadas; de algo le sirvió el corajudo regaño del presidente a su candidata. De nuevo, varias veces se negó a contestar como en el pasado debate, pero al final, el coraje le ganó a Claudia, y en un casi “ grito desesperado” tilda de corrupta a Xóchitl.
Álvarez Máynez la pasó tranquilo, relajado, y terminó su intervención con un profundo pensamiento que le “escribió” su hijito de 5 años. Xóchitl se despide al final del mensaje con su frase de campaña, LIBERTAD, VERDAD y VIDA. Claudia se auto declara “ganadora” del debate y termina con el reiterativo epíteto con que señala a la candidata del corrupto PRIAN.
Esta retórica repetida contra PRIANismo corrupto de los seguidores de MoReNa y de la misma candidata oficialista y viendo como un gran porcentaje de PRIistas y otros del PAN y del PRD se encuentran incrustados dentro del movimiento lopezobradorista, me recuerda la frase del final del libro de George Orwell: La Rebelión de la Granja: “los animales asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre; y del hombre al cerdo y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro.” Creo que así están en MoReNa con tanto infiltrados ex PRIANistas, he de allí la inconformidad de los “originales” militantes que conformaron el movimiento, al ser tomados en cuenta para las candidaturas.
Tal como antes y ahora como ahora. Que cochinero.
Por todo esto, éstas elecciones del 2 de junio, no se decidirá por la militancia de los partidos en contienda (coaligados), ningún partido gana elecciones (legalmente) con su militancia. El resultado dependerá de la ciudadanía responsable, sin partido, que quiere al país y anhela una patria democrática, segura y pacifica; con libertad, vida y verdad.
raulhcampag@hotmail.com
