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Varias veces se anunció, a lo largo del año pasado, que el Congreso del Estado le entraría al estudio de la reforma a la Ley 4 de la Universidad o de un proyecto de nueva Ley, unos se alegraban, otros se asustaban y resultaba falsa alarma. Ahora parece que sí viene el lobo y a ver cómo le va a la Universidad.
Anteayer el presidente AMLO dijo que había que democratizar a las universidades “lo más que se puede”, con lo que dio a entender que la democracia tiene grados: media democratización, tres cuartos, 45.20 por ciento de democratización. Y hay que hacerlo, agregó el mandatario, “sin la intervención del gobierno”. A continuación autorizó, de hecho, al gobernador Durazo para que intervenga al recomendarlo como “consultor”.
Ni tardo ni perezoso, el mandatario señaló como uno de los objetivos esenciales renovar la Ley (no quedarse en mera reforma, pues) porque la Ley tiene ya varios años (32), lo que la hace inoperante (eso no más faltaba: que por estar uno viejo lo declaren inoperante), y que la dirección de la Universidad debe tener mayor participación de estudiantes y maestros. ¡Sálvese quien pueda!
Bien, la declaración de los diputados en el sentido de que someterán a debate de la sociedad la cuestión. Será interesante escuchar a los participantes y advertir si hay gritos e interrupciones de la chusma. De todas manera, como la representación de MORENA en el Congreso es fiel al gobernador, no creo que un debate pueda influir por sí solo en el cambio de consignas políticas.
Habría que averiguar cuántos de los que gobiernan, ya en el Ejecutivo, ya en el Legislativo, conocen la historia de la Universidad y de los bretes en que la han metido bajo el imperio de leyes orgánicas anteriores. Pero… la suerte está echada.
UN LIBRO DE SAMUEL OCAÑA
A las 5 de la tarde de ayer comencé a leer el libro “Postales de pequeñas historias” de Samuel Ocaña García. Los personajes principales invocados en sus 256 páginas son Isabel la Católica, don Adolfo Ruiz Cortines y “la güera” Rodríguez (la hermosa mujer de cascos ligeros, no la Güera Rodríguez que lidereó a los cetemistas). La portada, diseñada con buen gusto, anuncia el contenido
La edición aparece al amparo de la Universidad Kino. Oscar López Vucovich escribe el prólogo, que aunque no he leído hasta este momento, agradezco por su brevedad. Las páginas están ilustradas con imágenes de los protagonistas de anteayer y de ayer. Cierra el volumen un artículo de Javier López Moreno, que fue gobernador interino de Chiapas. Antes estuvo una temporada en Sonora donde hizo muchos amigos. Cuando fui a Chiapas a reportear la aparición del Subcomandante Marcos tuve ocasión de saludarlo y verlo en el ejercicio de sus funciones
Reseñaré el libro de Samuel en cuanto lo termine.
carlosomoncada@gmail.com
