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“…quién pompó, quién pompó, campañitas quién pompó…”. Chico Che y La Crisis.
“Primeros los sobres”. “Que siga López, estamos Agusto”.
El “boom” editorial que ha provocado el libro de Elena Chávez: El Rey del Cash, donde expone, como en algunos libros publicados por diversos escritores (ejemplo Anabel Hernández y otros), la cloaca que es la política chafa actual y de todos los tiempos (chafa, porque la esencia de la política, no es “la flotación del estiércol”. La política es para servir con decencia a la ciudadanía y nunca servirse de ella para fines personales, de sectas o grupos… de cuates).
Bien decía el filósofo, escritor y político Séneca (Córdoba, España año 4 a.C.- Roma 65 d.C.): “Todo político es un corruptor de almas”. Nerón el emperador romano, al incendiar Roma (julio del año 64 d.C. Aunque dudan si fue él quien lo hizo, pero si les echó la culpa a los cristianos), no sé si por el olor a lo quemado, y a la vez tocando la lira observando la conflagración, exclamó: “Que mal huele el poder” (¿lo diría él?). Pero algo tiene el poder que apesta, y lo que provoca la peste (que en la política “es un arte”, no solo olerla), habrá algunos que se la comen… sin hacer gestos.
Desde el momento que se publicó el libro y se puso a la venta (hasta pre venta hubo y habrá para próximo tiraje, ya que en algunas librerías se agotó), los comentarios a favor y en contra no se hicieron esperar; algunos por expertos comunicadores politólogos y no, comentarios que seguirán en estos próximos días. Los opositores al “nuevo sistema del presidencialismo caduco”, tomaran la lectura como un motivo de reflexión, de que la corrupción de los sistemas gubernamentales sigue presente y afirman “como dice el presidente”: “No somos iguales”... dirán: cierto, “salieron peores, pero al contado” (al cash y que “no deje huella, que no, que no… que no deje huella”. Cantaría Lupe “El Bronco”).
Los otros, los aduladores al “4-Teatrerismo”, los AMLOVER´S, sus comentarios han sido – en su mayoría- descalificando a la autora del libro donde plasma su personal testimonio. Aquellos argumentan la falta de fundamento en lo escrito por la periodista, y “exigiendo que presente pruebas y que demande, si tienen esos datos”; porque ellos tendrán “otros datos” tal vez dichos por el mesías o sus testaferros (agentes, que todo gobernante los han tenido. Testaferro –cabeza de hierro, literalmente cabeza dura; presta nombre o coloquialmente achichincles sexenales).
La lectura de tan “controversial libro”, polarizante (para variar en este sexenio), la inicié ayer noche 10 de octubre, alcancé a leer el índice, el prólogo y la introducción, para continuar este y los siguientes días. Con esta inicial lectura y con lo que he escuchado en estos últimos días: varias entrevistas que le han hecho a la autora, Elena Chávez, los múltiples comentarios en las redes, tanto televisivos, por youtube, Facebook, WhatsApp, etc.; tome la decisión de escribir este breve artículo, evitando en lo posible, repetir lo bastante que se ha dicho al respecto, en tan poco tiempo.
Con la lectura de la introducción por la autora, aunque primero leí el extenso prólogo (10 páginas) del libro El Rey del Cash, realizado por periodista y escritora Anabel Hernández, experta en temas de la corrupción gubernamental y del narcotráfico en nuestro país, autora de varios libros (El Traidor, Los cómplices del presidente, En manos del narco, Emma, etc.), con esto leído, que sintetiza “una breve glosa” de su contenido (a reserva de terminar su lectura), me es suficiente para efectuar este modesto escrito y mi opinión muy personal.
Los que defienden al presidente, argumentando la falta de fundamento de lo escrito en este personal testimonio de la autora, porque lo vivió de cerca, al colaborar primero con personajes del PRD (hoy la mayoría MoReNistas), y que algunos, por la redes la han hostigado e incluso la han amenazado (según ha declarado en entrevistas); pero lo “curioso de estos aduladores del gobierno actual han tomado como referencia para señalar a personajes de los anteriores gobiernos corruptos, los libros escritos por Anabel Hernández (que también he leído y creo en sus fundamentos), pero ahora en este libro de Elena Chávez se muestran “escépticos y agresivos”, hasta de lo que la famosa y exiliada periodista (Hernández) argumenta en su prólogo, que es prácticamente una síntesis del libro. Que incongruencia, al tomar solo lo selectivo, lo que no dañe a la “honestidad valiente” de este régimen.
No hay duda que los datos para le estructura del libro, fueron tomados de primera mano por la autora Chávez, después de ser pareja por 18 años de César Yáñez, hombre cercano al presidente, desde hace muchos años, además de los secretos de alcoba, que salieron a flote al romperse la OMERTÁ (palabra – confieso- que desconocía), o sea “no se respetó” el código o la ley del silencio, impuesta a los hombres del primer círculo del poder del presidente. Por supuesto ante el despecho (que probablemente existe) de la periodista, le sirvieron para escribir y estructurar el ya famoso libro, que seguramente se convertirá en un “best seller” sobre la política “chimiscolera mexicana”; donde el trasiego del dinero para el sostenimiento del movimiento Lópezobradorista y del mismo líder, se hace con las aportaciones en efectivo “constante y sonante” (al cash), desde el tiempo del señor de la ligas o desde antes, hasta la fecha a través de Pio y otros (que ni pio hacen), con los sobres con cash, como “aportación necesaria” pa a la 4T, según asienta la autora del libro. Entonces, antes que primero los pobres, fueron “primero los sobres”… con cash.
Le recordamos a nuestro señor presidente, a su paisano Chico Che y La Crisis, como él lo hizo en las mañaneras, cantándole otro estribillo de la canción “quién pompó, quién pompó, campañistas quién pompó”. Los “gastos de campaña adelantada de sus corcholatas chatas” para el 2024; no sé si sea para Adán Augusto o para el mismo, con las pintas de bardas: “Que siga López, estamos Agusto”. Tal parece que el señor presidente se ha convertido en émulo del Rey Midas, que todo lo que tocaba lo convertía en oro…pero el presidente es un Rey Midas al revés, porque todo lo que toca, solo lo convierte en un billete de 200 pesos, “con que se ha mantenido toda su vida, en su austeridad republicana y en la pobreza franciscana”. Tal vez para el País y para Él (no aplica para sus compadres y familia) “necesita poco y lo poco que necesita, lo necesita poco”… que poquitero.
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@RaulHectorCamp1
