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Confío en que no habrá un proyecto formal en la versión de que un sector de ciudadanos priistas están promoviendo un proyecto de ley que autorice la compra de armas de fuego a los particulares a fin de que defiendan sus hogares y sus familias. Esto sería autorizar el homicidio.
Si la intención es levantar una ola de simpatía hacia la idea, y a la vez avivar las inconformidades de la gente, por los pobres resultados que presenta al respecto el partido en el poder, MORENA pues, no esperarán mucho para alcanzar el objetivo. Es humanamente explicable que el jefe de familia que ha sufrido la pérdida de un hijo o una hija en manos de los delincuentes, quiera salir a buscar a éstos y arrancarles la vida. Pero todos perderíamos con el regreso a la cavernaria época de hacerse justicia por propia mano.
Ni aunque el partido promotor de la idea lograra su propósito saldría sin daño. Es sabido que en los Estados Unidos permiten que cualquier individuo puede comprar pistolas, fusiles, balas, etcétera, inclusive adquirirlas mediante pedidos por correo, y que las autoridades cierran los ojos ante las masacres frecuentes que ocasiona el sistema porque los millones de dólares que ingresan a las arcas nacionales por concepto de impuestos son enormes, como lo son las fortunas que acumulan los industriales de la muerte.
Que tales industriales instalaran aquí sus negocios despertaría de inmediato la sospecha de que los políticos que les abren las puertas reciben sangrientos pagos por la apertura de un mercado que, pese a sus fallas innegables, no ha llegado al nivel salvaje del de los gringos.
¿EL MC ÚLTIMA OPORTUNIDAD?
El PRI cambió tres veces de nombre para convertirse en el partido más fuerte que haya habido en América y tal vez en el mundo. El PAN no lo ha cambiado nunca pero si ha modificado sus pautas ideológicas. El PRD logró poner en la antesala de la Presidencia a dos candidatos: Cárdenas ý López Obrador. Los tres se hallan hechos polvo.
No ganan una elección ni separados ni juntos, como quedó ya demostrado en los últimos comicios.
Ahora todos los que han perdido la esperanza de sus pobres siglas, se vuelven a ver con un remedo de optimismo hacia el Movimiento Ciudadano, como si vieran en él algo que no poseen los otros.
Deberían sincerarse y reconocer que lo primero que hay que hacer es mandar a su casa al fundador del partido., Dante Delgado, experto en alianzas de ocasión, para intentar que de veras sea, el MC, Movimiento Ciudadano.
carlosomoncada@gmal.com.
