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Los que llevan la cuenta de las visitas que a Sonora hace el Presidente me hacen recordar la maña del periodista Enguerrando Tapia para halagar: contaba el número de veces que la gente aplaudía el informe (del Presidente o del gobernador) y medía el tiempo de los aplausos para destacar el tema que habían aplaudido más.
El Presidente disparará el discurso de elogio a los indígenas e informará la fecha en que inaugurará el Hospital General de Especialidades, lo que implicará una visita más. Por lo que toca al programa federal de construcción de obras, ya está trazado y socializado en sus principales ejes –vías férreas de Empalme, carretera Guaymas a Chihuahua, generadora de energía solar en el desierto de Altar—y sólo falta que den la voz de arranquen.
Sólo le daría un toque novedoso a las visitas presidenciales la realización de un golpe formidable contra el crimen organizado. ¿Por qué no en ésta?
EL LEGADO DE JESÚS LI
Me visitaron dos buenos amigos para ver qué podía aportarles sobre el gran tenor cubano Jesús Li pues tratan de establecer con objetividad y precisión qué legado dejó a los universitarios y a Sonora en general.
Establecimos juntos algunas de las características de ese legado y el hecho de que lo labró en muy breve tiempo pues murió, como se recordará, mientras salvaba a sus pequeños hijos del incendio que estalló en su casa. Ni diez años completó con nosotros.
Por mi parte expresé, y escribo estas líneas para reiterarlo, que la Universidad debería reanudar, en honor de Jesús, la producción de óperas que él y Maribel Ferrales iniciaron con “La traviata”. Hay que continuar la tarea aprovechando que lo más necesario para producir ópera es lo que abunda en Sonora: artistas con talento.
LO QUE FALTÓ EL DÍA DE LOS MUSEOS
El 18 fue el Día Internacional del Museo y fueron recordados la fecha y circunstancias en que abrieron sus puertas el Museo Costumbrista de Álamos, el Museo Cárcel de Cananea, el MUSOR de Cajeme, el Museo de los Yaquis de Cócorit, el Museo del Ferrocarrilero en Empalme, MUSAS de Hermosillo y otros, junto con los logros principales de cada uno de ellos.
No me avisaron con tiempo, o más bien, no me invitaron a participar, porque hubiera aportado un tema que faltó: el de los museos que funcionaron y murieron y de los que fueron planeados pero no se realizaron.
No importa. Quienes se interesen pueden leer esa información en el primer libro de mi serie “La saga de la cultura sonorense 1831-2020), libro que lleva por título “La arquitectura”.
carlosomoncada@gmail.com
