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LUNES CULTURAL: Los escritores que han publicado ya en la Editorial Sonora Queherida y los que están haciendo cola para que les publiquen, se lanzaron a organizar el primer Librotón para el domingo que viene. Con él esperan darle un gran empujón al Proyecto Biblioteca Cultura Sonorense que llegó ya a los dos mil libros, sin contar revistas y periódicos. Los librotonistas aspiran a reunir otros mil.
El Librotón se efectuará a partir de las diez de la mañana en El Estanquillo de las Letras, a un costado del kiosco de la Plaza Zaragoza, donde se recibirán los donativos de las instituciones que editan obras de autores sonorenses (literarias, históricas, de Ciencia, Poesía, Teatro, ¡de todo!) o no sonorenses pero que traten asuntos de Sonora, y de los particulares que quieran desprenderse de libros en beneficio de toda la sociedad. ¿Qué ganará el donante? Primero, la satisfacción; luego, podrá escoger una de las obras escritas por el autor de esta columna como obsequio, y tercero, saboreará la música con que será amenizada la reunión.
DOS GENEROSOS DONANTES. Durante la semana que terminó, dimos la bienvenida a una colección de los Mini Libros que desde hace años edita el escritor Esteban Domínguez lo mismo de autores profesionales con prestigio cimentado que de los novatos que acaban de emprender el camino. Se encuentran ahí también estudiantes y personas mayores que nunca creyeron que se les haría buena la ilusión de publicar sus cuentos y poesías. Y detrás de Esteban, que llega el gran amigo Carlos Lucero Aja, enamorado de la Filatelia y del escultismo, con otro bonche de interesantes impresos, y entre ellos, dos que merecen comentario por separado.
EL PRIMERO FUE UNA grata sorpresa para quien esto escribe: un libro de poemas del abogado Augusto César Tapia Quijada, hace algunos años fallecido. Fue mi maestro y lo traté como magistrado del Supremo Tribunal de Justicia, Secretario de Gobierno y Procurador de Justicia, y nunca supe que cultivaba la poesía. Creí que siempre había vivido entregado al estudio de problemas jurídicos..
POR OTRA PARTE, en el lote citado salió a relucir el folletín “Ket Chamaleya” (a ver quién me dice el significado), órgano del Departamento de Extensión Universitaria de nuestra Unison, de marzo de 1978. En cuanto uno abre el cuadernito se topa con esta barbaridad: “Como indicamos a nuestro público lector en el número 1 de Ket Chamaleya, los trabajos se han dado a conocer sin el nombre del autor por desconocerlos” (¿Y por qué no se pusieron a averiguarlos, holgazanes?) Tuvieron que ir las autoras a identificar sus obras: Reyna Egla Febe Farías (¿la mamá de la excelente artista plástica?), Beatriz de Estrada y la nogalense Patricia Robles Payán. Dato cultural complementario: era entonces jefe de Extensión Universitaria el licenciado Adán Silva Gómez y jefe de Publicaciones, el licenciado Carlos A. Gómez, en pleno rectorado castellanista. Ninguno de los dos tiene perdón. Ni Castellanos.
En fin, señores y señoras, los esperamos en el primer Librotón (no libretón) el domingo 27 y a lo largo de la semana me permitiré hacerles atentos recordatorios.
carlosomoncada@gmail.com
