|
A partir de hoy, con permiso del director general y de los lectores, estaré de vacaciones, al final les diré dónde. Pero antes, como lo hago cada diciembre, les diré qué libros leí este año.
En enero, “Los muchachos de Zinc”, de Svetlana Aléxievich; “Flush”, de Virginia Woolf; “Sobre los huesos de los muertos”, de Olga Tokarczuk, En febrero, “El adversario”, “Una novela rusa”, “De vidas ajenas” (las tres en un volumen), de Emmanuel Carrére y “La herida de abril”, de Vincenzo Consolo. En marzo, “Olegaroy, de David Costana; “La ley del menor”, de Ian McEwan y de este mismo autor, en abril, “Máquinas como yo”. Entre abril y mayo, “”La bailarina de Izu”, de Yasunari Kawabata.
Leí en junio, “Los papeles de Herralde”, editor Jordi Gracia. Entre julio y agosto ”Días del arenal”, de Soledad Puértolas; “Respiración artificial”, de Ricardo Piglia (y se halla en lista de espera “Blanco nocturno” de este mismo autor argentino), y “Ampliación del campo de batalla”, de Miichel Houellebeck. En septiembre, “El valor desconocido”, de Hermann Broch. En noviembre, “Persona non grata”, de Jorge Edwards, y en diciembre, “Verano”, del sudafricano T. S. Coetzee y el poemario “Paisaje con grano de arena”, de Wislawa Szymborska..
Los meses en que hice poca lectura de extranjeros, los llené con lectura de escritores sonorenses: las novelas “Voces de los fresnos muertos” y “La tragedia de la invasión”, de Ernesto García Núñez; y “Simpatía por el diablo”, de Manuel Santillana; “Pianos de fuego” de Carlos Mal; “Pluma blanca” de H. P Fraijo; “La gran mentira”, de Abdul Machi y “La Chagua y otras novelas breves sobre crímenes”, de Maritza Rivera.
En esta lista se encuentran cuatro mujeres y dos varones que han recibido el Premio Nobel. Si se aburren mis lectores les sugiero que jueguen a recordar quiénes son esos premiados. Les ayudo con una pista: ninguno de los escritores sonorenses citados ha recibido el Nobel… todavía.
En fin, con fecha de hoy, repito, se inician mis vacaciones. Después de analizar varias opciones para viajar a París, Portugal y otros lugares, decidí pasarlas en mi biblioteca. Trataré de terminar el trabajo de organizar la Biblioteca Sonora en las dimensiones que lleva. Cuando me vea obligado a tomar un descanso, lo aprovecharé para informar si los amigos que prometieron donar libros lo hicieron ya. Y también contaré, porque soy un chismoso,, quiénes no han cumplico.
FELICIDADES A TODO EL MUNDO
Carlosomoncada@gmail.com
