|
Teniendo a la vista el amargo final de Francisco I. Madero por confiar ingenuamente en los porfiristas que dejó a su lado, los revolucionarios triunfantes de 1910-1914 cerraron filas y no dejaron que se colaran a la dirección del gobierno federal y de las entidades federativas a los revolucionarios de mentiritas. En los debates que se armaban en las cámaras de diputados y senadores perdía el que no podía enunciar y probar sus méritos en la lucha armada.
Pero los revolucionarios se fueron muriendo. José López Portillo (1976-1982) decía que él era el último presidente revolucionario, aunque cómo creerle si nació en 1924 y era muy mentiroso. En Sonora tuvimos gobernadores que sí anduvieron en “la bola”, como Plutarco Elias Calles, Adolfo de la Huerta, Abelardo L. Rodríguez, Román Yocupicio y uno o dos más. De ninguno se puede decir que haya robado como unos que llegaron después, y para qué mencionarlos si los lectores saben sus nombres (adviértase que hablo en plural).
No fueron pocos los revolucionarios que denigraron a la Revolución con sus acciones negativas, pero la gente, desde el anonimato, contribuyó también a deslavar la imagen de aquella etapa extraordinaria, con la costumbre de considerar rateros a todos los que gobiernan sin fijarse en las excepciones. Pero la esencia de la Revolución, como lucha popular que persigue altos ideales democráticos perdura, no podemos permitir que tal esencia se pierda, y el aniversario es la oportunidad ideal para evocar a los hombres y mujeres que dieron sus vidas por un ideal.
No hay desfile ni banderas en este aniversario. Hagamos la fiesta patria en nuestra mente, en nuestro corazón, pues cobra especial valor que cuando el festejo es de mera palabrería.
BIEN, PRESIDENTE
Muy digno el papel del presidente López Obrador en las reuniones bilaterales y la reunión trilateral con sus colegas de Estados Unidos y Canadá. Fue al país vecino, igual que cuando estuvo en la ONU, a decir su verdad con claridad, cortesía y elevadas miras.
¿Por qué no admitir a los migrantes, dijo al presidente Biden, si constituyen una poderosa fuerza de trabajo y es esto lo que falta a los Estados Unidos? Señaló la paradoja de que con tantos recursos económicos tengan en sus puertos barcos chinos que llegan a vender toneladas de productos que podrían generarse en las tierras de América.
Ahora que se cuenta con tecnología y profesionistas que egresan a borbotores de las universidades de los tres del Norte, es la hora de planear y ejecutar programas que harán crecer la economía de las tres naciones.
La actitud de Biden fue de reserva. No hubo promesas. Pero el presidente AMLO es como la gota que se estrella día y noche contra la piedra, hasta que la perfora. De modo que…
carlosomoncada@mail.com
