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Más allá de los puestos reservados para los miembros del gabinete, hay bastantes cargos de relieve en la estructura burocrática, y todos son ambicionados por varones y mujeres que los merecen por méritos en campaña y también por muchos que se equivocaron de candidato y se expresaron con venenosos comentarios del hoy gobernador electo.
La estrategia que siguen esos tipos para colarse a buenos puestos consiste en hacer que otros los recomienden. Ya se ve en las Redes cómo Perico de los Palotes dice maravillas de determinados panistas o priistas para abrirles el camino de una buena chamba.
Creo que no deben permitirse esas maniobras porque de por medio no se halla sólo la defensa de triunfos legítimos, sino garantizar que salga adelante el proyecto democrático nacional sin que lo contaminen. Hubo buen número de panistas y priistas que se sumaron voluntariamente al proyecto de MORENA antes o durante la campaña, esos cambios son normales. Quienes intentan abordar el barco cuando ha entrado a puerto son sospechosos.
Aquellos que protagonizaron grandes fraudes electorales, los que hundieron la garra en el erario o se nutrieron de moches, los que se arrastraron ante dictaduras presidenciales, los que ayer se burlaban, no deben ni acercarse a la distribución de plazas. Llevan en la sangre el hábito de corromper el servicio público. En cuanto puedan, volverán al robo, la trampa y la componenda. Lo que se ha logrado hasta hoy debe cuidarse para mejorarlo.
LO QUE VA DE AYER (hace 3 años) A HOY.
En relativa tranquilidad se preparan los miembros de la LXIII Legislatura para tomar posesión de sus cargos, estudiar la agenda con sus colegas y entrarle a la chamba. La situación actual es totalmente distinta de la hostilidad, el recelo y el pleito que se libraban hace tres años; gracias a la magia de la reelección, hay dos diputadas y un diputado que podrán establecer comparaciones precisas porque vivieron en la atmósfera irrespirable de entonces y contemplan el horizonte sereno de hoy.
Tanto los diputados veteranos como los novatos deberían proponerse analizar con cuidado y profundidad los proyectos de iniciativas que traen en mente, sin precipitarse a elaborar una y otra y otra, en la creencia errónea de que el secreto para fortalecer carrera política en el Congreso se mide por el número de iniciativas no por la calidad y alcance social de sus propuestas.
Desde hace unas cuatro o cinco legislaturas hacia atrás, tal vez a fines del Siglo pasado, los diputados le robaron a los economistas el concepto de productividad laboral, en una fábrica, por ejemplo, y pusieron de moda la productividad del trabajo de legislar por el número de leyes, decretos y acuerdos promovidos. Y en numerosos casos lo que sacaron adelante fueron textos intrascendentes que pronto se olvidaron.
Aprovecho que estamos en el tema para solicitar formalmente a los legisladores a punto de tomar posesión, que se sumen a la campaña de austeridad promovida por el Presidente de la República. Y les digo la manera de hacerlo. . Supriman el Centro de Investigaciones Parlamentarias del Estado de Sonora (CIPES). Es una hemorragia de recursos que debe parar.
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