En los anales de La Mañanera quedó escrito ayer otro episodio del historial profesional de la muy activa reportera sonorense Reina Ramírez. Se le dio el uso de la palabra y procedió a formular al Presidente una pregunta que duró cinco minutos, y más que pregunta fue una ponencia sobre “sospechosismo”.
Le dijo al Presidente que aunque a la gobernadora Pavlovich le faltan un mes y medio (en realidad, un mes y diez días) para terminar su sexenio, ha puesto a la venta 27 predios, la mayoría de ellos en playas, mediante licitación “a sobre cerrado”. Y como si esto no fuera de por sí terrible, se dispone a entregar notarías, y con evidente satisfacción, la periodista emprendió la enumeración, con nombres y apellidos, de un montón de “aspirantes” a obtenerlas.
Aunque el presidente AMLO escuchó con atención a la reportera, ésta no le correspondió la cortesía, y el mandatario forcejeó verbalmente con ella, pues lo interrumpía con observaciones y réplicas, para conseguir redondear sus respuestas.
Dijo que ha sido una práctica de muchos años atrás que los gobernadores que van de salida otorguen patentes de notario (“ya se la entregó a su secretario de gobierno”, interrumpió la periodista), pero cada entidad federativa tiene su propia Ley de Notarías y consultará a la Secretaría de Gobernación qué facultades tiene en ese campo el Gobierno Federal. Y que, en todo caso, hay en cada Estado un Colegio de Notarios (“pero lo mandata el gobierno allá”, intercaló Reina) que ha de estar al pendiente de estas acciones.
En cuanto a la venta de lotes, observó que tal vez no habrá tiempo para concluirla porque el trámite por lo general es largo. (“¿Pero no le parece sospechoso?”, preguntó la reportera, y el Presidente no respondió porque, hay que entenderlo, cuando es tupida la lluvia de preguntas, ningún ser humano alcanza a contestarlas, y menos cuando esas preguntas carecen de fundamento).
El autor de esta columna, que entre todos sus defectos tiene el de ser licenciado en Derecho, se permite señalar:
a) que ningún gobernante se pone a vender lotes como el vendedor de churros que instala una mesita y le llegan los clientes; debe satisfacer un procedimiento legal que comienza por la desincorporación del servicio público del bien que será vendido; b) que realizar la venta mediante una licitación y recibir el nombre del presunto comprador y el precio que ofrece “a sobre cerrado” son garantías de que el gobierno no pretende favorecer a alguien; y c) que los aspirantes a notario no
obtienen la patente por el hecho de inscribirse: la lograrán sólo quienes pasen un examen y en número previamente limitado.
En fin, para terminar con una nota curiosa: para calcular cuánto le falta de gobernadora a Claudia, el Presidente se preguntó a sí mismo, pero en voz alta: ¿cuándo tomará posesión? “El 15 de septiembre”, dijo Reina; y el Presidente la corrigió: “No, el 13”. Moraleja: si vas a ponerte al tú por tú con AMLO, documéntate”.
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