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El estupendo edificio que tiene el PRI en Hermosillo data de tiempos del gobernador Faustino Félix y fue proyectado y construido por el arquitecto Enrique Flores. ¿Cómo lo financiaron? Es claro que con las cuotas de los miembros del partido. En esa época deben haber hecho cola para pagarlas (¡No se rían malditos, escribo en serio!).
El hecho es que en las últimas elecciones, las de 2018 y de 2021, el PRI ha quedado sin priistas que le puedan echar la mano desde el gobierno. Y hay que cubrir sueldos de secretarias (¿o las cesaron ya?), veladores, choferes, personal de intendencia, y desde luego, el del presidente del partido. A éste último se le regaló una diputación plurinominal y no será necesario que el partido le pague. Y de aquí se desprende la idea de imitar lo que hacía el PRI en sexenios pasados, antes de que tuviera su elegante edificio.
Los gobernadores Abelardo L. Rodríguez, Ignacio Soto y Álvaro Obregón, y tal vez otros que se me escapan, le confiaban la dirección del PRI a un diputado local que por ese cargo ya percibía dietas y no era necesario que el partido le fijara sueldo. Lo dirigieron así Francisco Landavazo, Julio Sánchez Fimbres, León Cruz Pérez, Leandro Soto Galindo, todos diputados. Es aconsejable volver a ese esquema, aunque no fácil, porque ahora está pelón para ganar una elección. Ese sería un tanque de oxígeno para el agonizante PRI.
Otra posible fuente de ingresos sería el edificio, que cuenta con área de oficinas, auditorio, un salón que puede utilizarse como comedor, espacios para instalar camas, un enorme estacionamiento afuera.
El gobernador electo prometió, en su campaña, crear un centro de atención para las personas víctimas de autismo. El PRI celebraría con el próximo gobierno un contrato de comodato para que ahí se instale el centro, y dejar de pagar (si los paga) el impuesto predial y el consumo de agua y energía eléctrica. He ahí otro tanque de oxígeno.
Pero la solución definitiva sería convocar a los que votaron por Ernesto Gándara en junio pasado y pedirles que se comprometan a pagar sus cuotas mensuales. Los que han sido gobernadores, senadores, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales pagarían una cuota especial. ¿Qué hacer para obligarlos a cumplir ese compromiso? Que se les amenace con darlos de baja como miembros del partido. Se asustarán y acudirán corriendo.
REACTIVA AMLO UNA PROMESA
En la Mañanera de ayer, el presidente AMLO reactivó una promesa que yo creí que había pasado ya al archivo muerto: mover a diversas entidades federativas las secretarías de Estado que se hallan amontonadas en la Ciudad de México.
La Secretaría de Salud se iría a Guerrero porque ahí reina la desnutrición; a Oaxaca, la Secretaría de la Reforma Agraria; a Puebla, la Secretaría de Educación Pública que ya prepara su movimiento; y se acordó de que la Secretaría de Agricultura la tiene programada para que se instale la Secretaría de Agricultura.
Desde que anunció, de candidato, ese propósito, comenté en mis espacios periodísticos que lograrlo es muy costoso y complicado. Ahora que vuelve a mencionar el proyecto, me dan ganas de mandarle al Presidente un mensaje que sólo lleve la frase que decíamos de chamacos: “´ta pelón el cochi”.
carlosomoncada@gmail.com
