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NAMAKASIA
Vacuna contra el virus y vacuna contra malos gobernantes
Carlos MONCADA OCHOA
Este día, mañana y pasado mañana continuará el registro de candidatos a diputaciones locales y presidencias municipales. El fin de esta semana haré una evaluación general de quienes hayan sido aceptados, pero de momento comparto con los lectores las dos reglas que como ciudadano seguiré en esta elección:
Primera, por lo que toca a los candidatos a diputado federal votaré por quien represente a MORENA (y recomiendo lo mismo a los ciudadanos que vivan en distrito diverso del mío) para que el presidente AMLO no pierda la mayoría que en el Congreso le da fuerza;
Segunda, todavía no decido por quién votaré para el Municipio de Hermosillo, pero tengo la firme convicción de no darle mi voto a la señora Célida López. Como hoy comienza la vacunación en Hermosillo, confío en que no sólo nos salvará del virus sino también el riesgo de escoger malos gobernantes.
De acuerdo con el calendario electoral que desde fines del año pasado difundió el IEE, las campañas de los candidatos al Congreso y los Ayuntamientos deben iniciarse el 24 de abril. ¿Hay ingenuos que crean que se mantendrán quietecitos hasta que llegue esa fecha?
El feminicidio, desbocado
El periodista se complace en expresar, cuando conoce más o menos el problema social que critica, una propuesta o sugerencia que encamina a la solución. De igual manera, se apena de no manifestar algo de provecho cuando desconoce la raíz y el aspecto fundamental de la cuestión.
Pese a ello, no puede mantenerse en silencio cuando se trata de un problema apabullante, oprobioso, bestial, que golpea con crueldad a las mujeres y a sus familias: el feminicidio. Saltan a la mente soluciones hace tiempo superadas, como la pena de muerte para los asesinos, pero uno tiene que aceptar, aunque sea a regañadientes, que no es civilizado disponer de la vida ni del más monstruoso criminal.
Ignoro qué estrategia se sigue para proteger a las mujeres, si alguna se sigue, pero la frecuencia de los feminicidios indica que los autores se concentran en el centro y sur de la entidad: Hermosillo, Guaymas, Cajeme, sin que pueda asegurarse que las mujeres de otros municipios se encuentran a salvo.
Cuando la suerte favorece a los investigadores, cosa poco frecuente, la Fiscalía y el juez se apresuran a encarrilar el proceso por la vía abreviada, que concede al asesino una reducción de la pena asentada en el Código Penal, y no tiene tiempo la opinión pública de enterarse de las características del criminal, sus motivaciones, sus antecedentes y otros datos que permitirían a la sociedad contar con una herramienta de prevención. ¿Qué deformación psicológica lo llevó a dar muerte a la mujer, a menudo con crueldad de loco con rabia? ¿Pudo evitarse el delito mediante el reencauzamiento del sujeto?
¿Cuáles son los puntos de vista de criminólogos, psiquiatras, maestros, sociólogos, que podrían ayudar a detectar a presuntos feminicidas a tiempo? Me excuso por sugerir caminos que los especialistas pueden deshacer quizá con facilidad. Pero es preferible pecar de ingenuo, inclusive hacer el ridículo al opinar, a tragarse la indignación y mantenerse cobardemente al margen.
carlosomoncada@gmail.com
