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Arranque de caballo y parada de burro
El refrán o dicho popular que advierte a aquellos que comienzan con una tarea con gran motivación, con mucho esfuerzo, aun conociendo que pueden fatigarse pronto, inician con un “Arranque de caballo y parada de burro”. Por eso es necesario administrar esfuerzo y tiempo de manera inteligente.
La historia de vacunación en México inicia en el siglo XVII1, con las grandes expediciones de Francisco Balmis contra la epidemia de viruela, en base a las investigaciones del Dr. Edward Jenner, publicadas 5 años antes del arribo de Balmis a México. Balmis desembarcó en Yucatán el 25 de abril de 1804, enviado por el Rey de España Carlos IV que introdujo la vacunación contra la viruela en todos los territorios españoles de América y de Asia.
Después de vacunar a una gran cantidad de habitantes, Balmis se dirige a Filipinas y China, con 24 niños expósitos mexicanos, empleando la linfa para diseminar la inoculación contra la viruela en esos y países.
“En 1868, Ángel Gabiño Iglesias trajo a México la semilla de vaccinia desde París, para la producción masiva de vacuna contra la viruela. En 1912, se fundó en Mérida, Yucatán, el primer laboratorio para la producción en gran escala de linfa vacunal procedente de bovinos. El uso de la vacuna se aprobó en 1915 para su utilización en todo el territorio nacional y fue preparada en 1916, bajo la dirección de Braulio Ramírez, en el Instituto Bacteriológico Nacional. En abril de 1888, el Dr. Eduardo Liceaga, que había traído de Francia un cerebro de conejo en el que se había fijado el virus de la rabia, aplicó por primera vez la vacuna antirrábica en un niño mordido por un perro rabioso. En ese mismo año, el Dr. Miguel Otero Arce logró replicar la técnica de Pasteur, fijando el virus de la rabia en cerebros de perros, método que sirvió como base para la producción de la vacuna atenuada antirrábica, aplicada por primera vez en 1890.
En 1960, la vacuna antirrábica se empezó a producir en el Instituto Nacional de Virología, de la Secretaria de Salud. La vacunación contra tuberculosis (BCG: Bacilo Calmette y Guérin), inició en México en 1891; ese año el Dr. Eduardo Liceaga utilizó la tuberculina con fines terapéutico en la tuberculosis. En 1948 se introdujo la cepa BCG para la producción de vacuna líquidas que se utilizó para vacunación masiva en los años cincuenta. En 1971 se inició la producción de BCG en forma liofilizada, en el Instituto Nacional de Higiene; a partir de una cepa Danesa1331.
Jonas Salk desarrolló la primera vacuna anti poliomielitis, en 1952 y dada a conocer el 12 de abril de 1955. Vacuna inyectable en una dosis, constituida a base de virus inactivados o muertos. Posteriormente en 1957, desarrolló la vacuna oral con virus atenuados, actualmente autorizada desde 1962.
La vacuna antipoliomielítica tiene su origen en México en 1955, como resultado del aislamiento de la primera cepa del virus por parte de la científica mexicana, Dra. Pizarro. A partir de 1960, comenzó la preparación de la vacuna trivalente poliomielítica de Sabin, en el Instituto Nacional de Virología, convirtiéndose (el Instituto) en Centro Regional de Referencia para Vacunas, según la OMS. Debido a la capacidad técnica y a la calidad de vacunas producidas.
En 1990, México fue uno de los siete países del mundo autosuficientes para elaborar todas las vacunas del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI). 1991 se instituyo el Programa Universal de Vacunación, etc.…” (Fuente tomada de LatestReview: México: País pionero en la producción local de vacunas. Hurtado Ochoterena CA, Matías Juan NA. Historia de la vacunación en México. Revista Mexicana de Puericultura y Pediatría 2005; 13:47-52).
(Nota al margen de esta cita: Programas que han cambiado de nombre en distintos sexenios, en México, pero han sido exitosos en cuanto a coberturas). No cabe duda, como decía la Escritora Elena Garro, en su novela: Recuerdos del porvenir; cada sexenio la Patria cambia de nombre. (Agregaría, según el tlatoani en turno).
México, es de los primeros países en Latinoamérica en la producción local de vacunas y en la implementación de los Programas Nacionales de Vacunación más completos, con coberturas amplias de más del 80% para más de 15 enfermedades prevenibles por vacunación, con logros en casi todas las metas y que se han erradicado algunas como: la viruela, poliomielitis, difteria, sarampión, tétanos neonatal y control de tosferina y de las formas graves de tuberculosis (miliar y meníngea). Pero aun así ¿Qué nos está pasando? hemos tenido con algunas vacunas coberturas insuficientes.
Desde hace dos años, por la escasa producción de vacuna BCG ha dejado de aplicarse, con el riesgo de tener nuevos brotes o en Sindemia en los pacientes con VIH (sida) y otras patologías. Por lo que ninguna de las vacunas establecidas desde hace tiempo, se debe bajar la guardia. El sistema de vacunación de México, entre otras cosas, es lo mejor que tiene o tenía México. No se debe de descuidar.
Si bien es cierto que la afluencia de la población para aplicación de las demás vacunas ha disminuido debido al confinamiento por la actual pandemia del COVID19, aun así, la cobertura se ha mantenido en limites aceptable en todas las vacunas, sobre todo en la vacuna de la Influenza.
Por otro lado, con respecto a las vacunas contra el COVID19, que se inició a mediados de enero del 2021 en nuestro País, en forma lenta en comparación a otros países latinoamericanos en igualdad de circunstancia, se ha comentado principalmente por expertos de la OMS, que una de las soluciones (hasta ahora poco viables), es que los países que han tenido dificultades en la adquisición de las mismas, produzcan sus vacunas o cuando menos adquirir la tecnología de los otros países productores para tales fin y no estar supedita a la competitividad de compras o a dádivas diplomáticas.
Tres Universidades de México (UNAM, Querétaro y TecSalud en Monterrey) están participando en la investigación, para producir la vacuna. Algo es algo.
El esfuerzo gubernamental es bien intencionado, pero la coordinación aparentemente deja mucho que desear. No se están utilizando, en algunos lugares, las instalaciones de la Instituciones de Salud, para la aplicación de la vacuna contra COVID (Centros de Salud, o los servicios de vacunación tradicional), en ciertos lugares se está aplicando en plazas públicas; principalmente en poblados, a la intemperie, expuesta polvos y con riesgo de contaminación. Si la vacuna hasta el momento es insuficiente en cantidad, bien se puede aplicar en dichos centros y con el mismo personal de salud, que por años se ha desempeñado en esa labor, con gran experiencia y eficiencia. Claro, que por los motivos del gandallismo de algunos “influyentes”, debe de haber una estricta supervisión, pero no solo de estos, sino también del almacenaje, red fría adecuada y distribución equitativa en las instituciones de salud, por sectores. Tal como los esquemas de organización de las campañas de vacunación, desde hace tiempo y que han funcionado.
Da la impresión que esta lenta campaña, se ha politizado. … ¡a poco! NO.
Respecto a la escasa vacuna contra COVID19 que llega a cuenta gotas a México, aquí aplica el dicho por algunos pediatras, respecto al seno materno (con todo respeto): “si la leche es poca, al bebe le toca”. “Si la vacuna covid19, es poca, a las personas de riesgo primero les toca…”. Tal como se agendó –retrasado, pero agendado-: Primero al personal de salud que están primera línea de atención de pacientes COVID – parece que ya se cumplió…bien- Segundo, al resto del personal de Salud y personas mayores, y otro personal de riesgo. Hasta donde alcance.
Las vacunas de dos dosis, según los expertos, deben aplicarse de la misma plataforma o estructura. No se conocen los efectos adversos, hasta esta fecha, que pudieran presentarse si la aplicación de la segunda dosis es con otra de diferente estructura.
Para detener esta pandemia, se necesita estar vacunado un alto porcentaje de la población de cada País (más del 80%): Mientras debemos de seguir con los cuidados preventivos, incluyendo a los que han sido vacunados: Sana distancia, cubrebocas, no acudir a eventos masivos de toda índole.
Políticos, no se anden tomando fotos, pueden contagiar o contagiarse, por querer ganar adeptos. Vale más la salud del ciudadano, lo que para ustedes vale un ciudadano: UN VOTO, dijo Facundo Cabral.
En fin, deseamos que las autoridades de salud, aceleren con una fusta el galope del caballo, cuanto sea necesario y que no tengan “arracada de caballo y parada de burro”. (Bueno pues…trotada de burro).
raulhcampag@hotmail.com @DrRHCampa1
