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NAMAKASIA
Ayer llegó a su fin la importante fase del proceso de elección de Rector, durante la cual los candidatos, uno por uno y por orden alfabético, dijeron a la Junta Universitaria los motivos que alientan su participación en la selección y bosquejaron el programa de desarrollo que realizarían.
El jueves tocó el turno a la doctora María Rita Plancarte Martínez, actualmente Vicerrectora de la Unidad Centro, que por las credenciales que ha acreditado a lo largo de 35 años, podría convertirse en la primera mujer rectora de la Casa de Estudios.
De las reflexiones que dio a conocer llama la atención .la propuesta de diseñar programas de enseñanza híbridos, es decir, virtuales y presenciales, según convenga a cada materia Dure lo que dure la pandemia y se tarde lo que se tarde en volver la normalidad, canalizar buena parte de la enseñanza por la vía virtual permitirá aliviar el problema de la afluencia siempre creciente de alumnos, entre otras ventajas.
El último de los candidatos comparecientes fue el doctor Ezequiel Rodríguez. No menciono el contenido de su participación porque lo hice ya, fundado en su mensaje previamente grabado.
El segundo ladrillo
Ayer se presentó en Ciudad Obregón el segundo ladrillo, ¡perdón!, el segundo tomo de la obra “Sonora 2021. Propuestas para su transformación”, con ensayos de 40 autores, maestros e investigadores de El Colegio de Sonora coordinados por Alfonso Durazo Montaño. Me referí hace varios días al primero, presentado en el campus Hermosillo de la Universidad de Sonora.
En el tomo II la maestra Guadalupe Beatriz Aldaco Encinas analiza el tema de la cultura. No tardarán los escritores e intelectuales de nuestro pequeño mundo cultural en organizarse, si es que no están organizados ya, para pedirle cita los candidatos a gobernador (por separado) para exponerles los problemas del sector y para medir la probabilidad de que uno de ellos sea nombrado director del Instituto Sonorense de Cultura.
El gobernador Rodolfo Félix Valdés nombró director a José Rómulo Félix sin necesidad de consultar al gremio, muy avanzado ya su sexenio. En 1991, un grupo de escritores, teatreros, etcétera, hicieron reuniones en el PRI, redactaron un Plan de Desarrollo Cultural y aguardaron que Manlio Fabio Beltrones escogiera a uno de ellos. Pero nombró al que nunca había puesto un pie en terrenos del PRI (el autor de esta columna), lo que molestó, por no decir que enfureció, a los aprendices de priistas. Armando López Nogales no le dio muchas vueltas al asunto: nombró al licenciado Juan Antonio Ruibal porque había sido su maestro en la Escuela de Derecho. Varios aspiraron al cargo con Eduardo Bours, pero él no dudó mucho en escoger a Fernando Tapia. Y no se equivocó. En 2009, con los candidatos Alfonso Elías Serrano y Guillermo Padrés sí hubo reuniones grillescas; en una de simpatizantes de Alfonso se autopropuso para el ISC Jossie Robles, y en la de simpatizantes de Padrés, se hizo propaganda el señor Matiella, que vende joyas y que sigue enquistado en MUSAS; la mayoría de los cultureros publicaron un manifiesto de apoyo al hombre del PRI, y en cuanto ganó la elección Padrés, publicaron otro, en los mismos términos, a favor del panista. Total, así es la democracia. El nombramiento favoreció a Poly Coronel (a quien tengo ganas de saludar).
No tengo claro cómo y por qué escogió Claudia Pavlovich en 2015 a Mario Welfo Álvarez, poco conocido entonces en el ambiente cultural. Tal vez redactará sus memorias después y nos lo contará. El hecho es que ahora tendrán que vérselas con Alfonso Durazo, previa lectura de lo que diga el ladrillo número 2, y repetirán el rollo con Ernesto Gándara. Y que gane el cargo el mejor o, de preferencia, la mejor.
carlosomoncada@gmail.com
