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Ex Libris
I.- La Guerra del Peloponeso, que Tucídides recreó en su memorable historia con ese nombre, significó la derrota de Atenas y sus aliados, a manos de Esparta y sus aliados, para cerrar un capítulo de la “era pericliana”, como se maneja ese periodo.
Mientras otros estados griegos se preparaban para enfrentar la nueva composición geopolítica del mundo griego, entre los que sobresalía Tebas, a la que sus dirigentes: Epaminondas y Pelópidas, construyeron como “nueva potencia hegemónica... el nuevo poder emergente de Grecia”.
A este país voltearon los atenienses, con la esperanza de su apoyo para enfrentarse a la autocracia espartana que les había infligido sorpresiva y definitiva derrota, dando un giro de 180 grados a la historia antigua; para que la Tebas victoriosa iniciara un nuevo capítulo con Roma; primero republicana y tras el golpe de Julio César, monárquica cesarista.
Esta reseña es para presentar el libro de Javier Negrete: Tebas y el fin de Esparta, con lecturas recomendadas en su anexo de 18 clásicos, como bibliografía. Y cinco capítulos ilustrando el tríptico: Atenas, Esparta y Tebas, llevándonos por la cronología y las biografías de sus principales protagonistas; y sus respectivos pueblos o ciudades-estados que acabaron con la democracia de Atenas (y su imperialismo) y la autocracia de Esparta (y su imperio).
II.- Esto derivó en el auge de Tebas en ese mundo donde se crearon los dos regímenes que han seguido guiando a la humanidad; la cual vive entre las autocracias y las democracias capitalistas.
Tebas fue la capital de Beocia, región aliada de Esparta, a la que apoyaron durante la guerra contra Atenas, llegando a su final el lugar donde había florecido la cultura en todas sus manifestaciones y que es el legado, a través de la Roma republicana, que heredamos.
Es ésta una interesante crónica de cómo los tebanos acumularon fuerza militar, económica y paciencia para combatir el nuevo poder de Esparta, que ésta no tomó en cuenta. Y suponiendo –con su victoria sobre Atenas– que no tenía rival, encontró un adversario superior. Pues, además, en las ciudades-estado que cayeron bajo su imperio, “empezaron a estallar revoluciones democráticas contra los oligarcas espartanos”, disminuyendo su poderío.
Los tebanos analizaron esto mientras se preparaban militarmente para el encuentro contra el imperialismo que dominaba a todos los griegos, en lo que fue la batalla de Leuctra en el año 371 a. C.
III.- Tebas y el fin de Esparta nos detalla el proceso que llevó a cabo Esparta para someter a los atenienses en la época de Pericles; quien dirigió a la polis ateniense y sus dominios de 490 a 429 a. C.
Desde entonces, el dominio militar es el objetivo de los países sobresalientes para establecer su expansión económica. De aquí que resulte importante enterarse de los episodios históricos de Atenas a Esparta y de ésta a Tebas, para enriquecer la visión del mundo y de la naturaleza humana. “Atenas que había luchado primero contra Tebas y Esparta, y después Atenas con Tebas contra Esparta, ahora combatía decididamente con su enemiga Esparta, contra Tebas, para cerrar el esplendor de la Grecia clásica con el final de Esparta, y alumbrar una nueva era, la época helenística”.
En Tebas tuvo lugar, como hecho histórico, el mito de Edipo; y que Esquilo escribiera Los siete contra Tebas, que contiene la disputa de los dos hijos de Edipo con la madre de éste, por el trono. Ha de decirse, como expresa el libro, que “en la larga pugna entre Atenas y Esparta, la primera favorecía (aunque no siempre) los regímenes democráticos, mientras que la segunda luchaba por imponer oligarquías (autocracias) donde dominaba”.
Ficha bibliográfica
Javier Negrete. Tebas y el fin de Esparta. Gredos-RBA editores México.-2018
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