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En solidaridad con el colega Michel Insunza
Vaya sorpresa que da la 4T en Cajeme, donde algunos de sus miembros utilizan la equidad de género como escudo y no como debiera ser, una digna lucha por el respeto y la igualdad.
La regidora Guadalupe Ochoa del PT acaba de afirmar que “es inconcebible que medios se presten a este tipo de situaciones, conductas inapropiadas, con actos misóginos”.
La reacción de la edil del PT obedece a que le pidieron, junto a su compañera Carmina Islas, que abandonara una rueda de prensa, acto que un grupo de reporteros alentó y aprobó.
Para empezar, quien desconoció al par de regidoras fue el mismo Luis Monroy de Izquierdas Unidas, quien nunca se opuso a poner a consideración la presencia de las regidoras.
Ochoa, pese a tener a la misma hora “una comisión que la estaba llevando virtualmente”, estaba más concentrada en un acto partidista.
Habría que preguntarle a la regidora cuáles son sus prioridades como servidora pública porque el Ayuntamiento le paga 40 mil pesos como regidora, mas no para cumplir con asuntos de partido.
Y su visión autoritaria que tiene del cargo, al afirmar sin rubor, que ante la inconformidad de la prensa, “pude haber hecho hasta un abuso de autoridad porque no soy cualquier persona”.
En ningún momento recibió un trato grosero y su salida no obedeció a su condición de mujer, pero sin fundamento y total ligereza, afirma que fue víctima de violencia política de género.
Por congruencia debe acudir a las instancias correspondientes y no como Rocío Lauterio, que hace 7 meses anunció lo mismo contra Rosendo Arrayales, pero no procedió porque su fin era otro.
Ahora la regidora Ochoa asegura que se convertirá en un adalid de la equidad de género para “abogar porque se tenga una consecuencia por estos actos de violencia” contra las mujeres.
Muy buen gesto y sería bueno que empezara por investigar el trato del alcalde de Cajeme hacia la síndico municipal o los presuntos actos de hostigamiento sexual ahí en las oficinas de regidores.
Ojalá que se aplique en serio la regidora que faltó 12 veces a comisiones en 2019 y ahora aspira a tener dos fueros: el constitucional y otro por condición de género, que la exima de toda crítica por su desempeño.
Así las cosas con los representantes del cambio verdadero, que presumieron hacer historia… pero no de servilismo.
