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Caso Lozoya: Nombres, nombres...

Sergio Ibarra
Viernes 14 de Agosto de 2020
 

Columna de Hierro

 

+ El rebasamiento de campaña de Peña Nieto que nunca vieron en el entonces IFE y las intenciones de AMLO por vigilar las próximas elecciones intermedias

+ El pueblo bueno y sabio, quiere saber los nombres de ex diputados y ex senadores maiceados por Videgaray y Osorio Chong

Luego de las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador – 22 de junio, pasado – en el sentido de que él y su gobierno serán un “ guardián” para garantizar elecciones libres, no faltaron aquellos que se soltaron el pelo prediciendo que sobre esta noble institución pendía no una espada, sino tremendo garrote que atentaba en contra del organismo que de tiempo atrás, ha venido siendo garante de la democracia en México.

Esta situación, por supuesto, puso los pelos de punta al actual Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello quien más que inmediatamente dijo que al INE no tendrían por qué estarlo vigilando.

Uno de los más recalcitrantes defensores del INE, fue sin duda, el ex procurador de Justicia, Ignacio Morales Lechuga que en su colaboración con un diario de la ciudad de México escribió, entre otras linduras, que nadie había votado por el tabasqueño para presentarse ahora como vigilante electoral.

Y advertía que, “ Ojalá que el ciudadano en 2021 sepa que ningún costo es comparable con la destrucción de la democracia”,  en clara alusión al desacuerdo de AMLO con el presupuesto de más de siete mil millones de pesos que se estará entregando a los partidos políticos en México para las elecciones intermedias del próximo año.

El desmantelamiento del INE, -- agregó en sus sesudos comentarios el ex procurador quien ya veía la destrucción y desaparición del instituto encargado de las elecciones en México ---, sería una puñalada a México, un retroceso de 50 años en el respeto y garantía del derecho a sufragar.

Apenas a casi dos meses de las declaraciones de López Obrador que tanto escozor causaron en los defensores de la democracia en México, viene el baldazo de agua fría que constituyen las declaraciones del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin en el sentido de que la constructora Odebrecht le inyectó a la campaña presidencial del 2012, llevando a Peña Nieto como candidato del PRI a la presidencia, ni más ni menos que cien millones de pesos, suma que contribuyó entre otras cosas a la compra de más de cinco millones de votos, porque ha de saber el sorprendido lector, lectora, que de siempre, en México se pueden comprar los votos, los de las urnas y los de castidad, por si estaban con la duda.

Y en algo más contribuyeron – lástima que ni el entonces Consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita ni el entonces consejero del mismo y ahora flamante Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, vieron ---, el rebasamiento de tope de campaña por parte del PRI y su candidato Peña Nieto, con apenas unas diez veces más.

Hasta eso que no fue mucho.

Para ponerlo en pesos y manzanitas, mientras que el INE estableció un tope de campaña por el orden de los 336 millones de pesos, el PRI y Peña Nieto, derrocharon entre Monex, compra de votos y campañas publicitarias, poco más de dos mil millones de pesos.

Dos mil millones que, ahora se sabe, le entraron del dinero público, vía el entonces IFE, los moches de Odebrech y, según lo supuestamente revelado éste pasado jueves por el mismo Peña Nieto, lo que le aportaron una veintena de gobernadores emanados del PRI, dinero que, desde luego, “ se tomó prestado” de las arcas públicas.

Pero, que no panda el cúnico.

Por lo visto a Córdova Vianello ya se le olvidó el rencor y ayer mismo salió a decir que, “ si hay información adicional y oficial que indique posible financiamiento irregular de la campaña presidencial de 2012, podría analizarse si aún puede abrirse alguna indagatoria desde el punto de vista electoral”.

En referencia a esos supuestos 2 mil millones de pesos que costó la insultante campaña electoral de Peña Nieto, gracias a los “ moches” de empresas contratistas de Pemex y en la que Lozoya Austin jugó un destacado papel, el presidente del INE dijo que por ahora se trata de reportes periodísticos, pero que, de haber información especial tendría que darse vista al INE.

Para los que apuntan, esa vista de la que ahora habla don Lorenzo, -- sin agras, antes de que me la ganen – quien ahora despacha como Presidente de la República en Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador, se las hizo llegar, en tiempo y forma, pero no hubo nadie que lo pelara.

Peña Nieto llegó sin despeinarse a su encuentro con el gobierno del que hizo su más jugoso negocio sin imaginarse, seguramente que el séptimo, casi el octavo año, de su ciclo político, sería el más difícil de encarar.

Lo bueno es que ya dio su primer paso y desde España, en donde se resguarda, ya mandó decir que está dispuesto a ocupar el banquillo de los acusados que Gerts Manero y sus sabuesos le tienen reservado para dar lugar al que sin duda será el primer juicio que se entable en contra de un ex presidente de la república, juicio que aquí entre nos, no hace falta que López Obrador haga una consulta pública para saber si se enjuician o no, a éste, sino a sus antecesores, de Salinas de Gortari en adelante.

Y no hace falta, por una sencilla razón:

El pueblo lo aclama!

El pueblo bueno y noble quiere saber los nombres de ex diputados y ex senadores que resultaron maiceados con bolsas millonarias que, para variar, fueron aportados también por Odebrecht y el crimen organizado para “ facilitar” las reformas que Peña Nieto ocupó para “salvar” a México, entre estas, la energética, operación que según Lozoya estuvo a cargo de Videgaray y Osorio Chong.

Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com


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