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Jueves 2 de May de 2024
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¿Quién me ha robado el mes de abril?

Alejandro Mungarro Daniels
Sábado 18 de Abril de 2020
 

Y al  parecer por primera vez todos los gobernantes del mundo se pusieron de acuerdo y clamaron a grito desesperado, la consiga para acabar con un enemigo común. 

De niño jugábamos  a las adivinanzas y la mía siempre era, ¿cuál es el animal más poderoso del mundo?. La mayor de las veces, todos decían que era elefante y yo inmediatamente corrigiéndolos de que no, no era el elefante sino el microbio.

Hoy en día un virus recorre el mundo. Un microbio se placea por los cuatro continentes, se estaciona en todos los países, no distingue pueblos ni naciones, ni sistemas de gobierno, lo mismo se ha quedado donde permean las dictaduras que en las plenas democracias, donde reinan la viejas monarquías y las Repúblicas.  

El maldito virus no tiene origen ni nacionalidad  y de todas partes del planeta se escuchan las voces de angustias; de aquel lado y de este lado del mar, los contadores y levantadores de estadísticas van contando  los muertos que causa la nueva peste y los levantadores y contadores de noticias van  pregonando estas estadísticas. 

Los historiadores datan de  viejas pestes, como la de Moscú.. Marsella, de Antonia. De Atenas, de Manila, peste bubónica, la Justiniana, la tercera pandemia de China.

Pero hoy se narra la peste nueva  del 2020, la  que viene de China,  la pandemia del coronavirus19. La que crea y causa el pánico, miedo  en todo el mundo, que  plantea un  catálogo de miserias.

 Y El apocalipsis.

Los charlatanes y prestidigitadores no tuvieron tiempo de visualizarlo, pero aun así  ahora  hay quienes vaticinan y pronostican  el fin del capitalismo, otros la refundación de las democracias. 

Ahora hablan de que una pandemia ha cambiado nuestras vidas.

Augusto Monterroso dijo: cuando desperté el dinosaurio todavía  estaba ahí.

Dicen que esta enfermedad pasara: Cuando la pesadilla  del Covid-19 pase, el virus estará aquí y en cualquier parte del mundo.

Ayer los analistas financieros vaticinaban severas crisis financieras, pero ante su mirada no pasaba una severa crisis  sanitaria que acuerparía más esta crisis financiera.  

Ahora estamos obligadamente  cumpliendo  disciplinas sociales, el aislamiento de treinta y  tantos días. Oyendo discursos y ruedas de prensa  de un doctor  y a la máxima  autoridad del país que hablan sustantivamente de todos los temas; entre estos, de números y porcentajes  que encuadran contenidos del maléfico  virus y de la misma forma  la letalidad de este. Y entre sus discursos llegan al grado de querer tomar el papel de Dios, o al menos de vicedioses, cuando sin temor al pecado y contradiciendo la ley de Dios y de la máxima  ley que nos gobierna como nación, cantinflean, pronuncian, luego despronuncian  y erráticamente,  tal vez con  temor, dan cuenta que autorizan a quienes serán los prohombres facultados  a elegir  y decidir en el último de los casos, si esta  pandemia se acentúe y se agrave, quienes serán los  beneficiados  con la atención  médica y social. 

Cuando descaradamente no hicieron  en tiempo y forma  el papel que les corresponde en esta  gran batalla.

Mientras, seguimos viéndolos y escuchándolos discursar, atentos a las gráficas de Power Point,  a ver si con el favor de Dios, la mentada y famosa curva se logra  doblegar y no se tengan que  llegar  al momento de cometer esos crímenes legales.

Tratando de entender y con todas las ganas del mundo de creerles, el tema ese de la  solidaridad que nos identifica, que más parece falsa, cuando médicos y enfermeras son atacados salvajemente, cuando los contagiados por ese mal son satanizados tanto el, ella, junto a su  familia; entender por qué  cuando un hombre u una mujer lleva un pedazo de pan  a un necesitado producto de esta crisis, lo hace ataviado perfectamente con los colores de su partido político.

 Así pues, ahora estamos en este abril que se nos pierde, hablando, pronunciando, agregando  palabras nuevas en nuestro léxico,  tales como: cuarentena, propagación, teletrabajo, contagio, aislamiento, crisis, desinfección, miedo, temor, angustia, soledad, curva, solidaridad, inmunidad, movilidad, higiene, brote, rebrote, distancia, desinfección, sanitación, sana, pronostico, denuncia, desobediencia, aislamiento, López., Gatell, Hugo, Etc.

Hay muchos, hombres y mujeres  que están solos en esta batalla, con un montón de preguntas en su cabeza.

Muchos están solos y con latidos en su estómago, consecuencia de sus bolsillos vacíos, por ser parte de los más  desprotegidos.

Están esperando la llegada de mayo y  un favor de Dios.

Yo junto con ellos me pregunto. ¿Quién me ha robado el mes de Abril?.

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