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“Pandemia: Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región.” Diccionario.
Nadie duda que las medidas precautorias en materia de salud sean eficientes y necesarias a fin de prevenir el posible contagio de la tan de moda enfermedad de CONVID-19 y que ninguna exageración está exageradamente de más.
Pero hay un virus natural en el ser humano que es una pandemia, el miedo.
En este caso, ante la imposibilidad de la existencia de una cura o antídoto al virus tan de moda, el miedo se expande en nuestro inconsciente.
El saber que en otros países y en el nuestro hay personas infectadas en estado crítico teniendo estos, gran capacidad económica (caso Kuri) aumenta la incertidumbre para los más próximos a nuestro corazón.
No quiero meterme en los terrenos de mi estimado doctor y amigo Raúl Héctor Campa manejados con tanta propiedad y sapiencia, y comentar acerca del afamado tema en esa dimensión.
Hay aspectos donde el comentario puede sembrar una opinión.
Hay una oposición política (yo la llamaría irresponsable) en que más que preocuparse técnicamente, en colaborar positivamente para dar seguridad a la ciudadanía, en que los pasos que se están dando desde el sector salud son los correctos, dentro de nuestra capacidad de operación en la observancia de los protocolos internacionales para atacar las fases de esta pandemia, hacen todo lo contrario. Para ejemplos el siguiente: un diputado o senador panista fue a demandar penalmente al gobierno federal por no estar actuando como el piensa se debería de actuar ¡Hágame usted el favor! Y no dudo que en las redes algún cretino le llame ¡Asesino! (sobre todo en el universal de parte de opinadores públicos en columnas) al presidente Andrés Manuel Obrador por la primera víctima del coronavirus en México.
Hoy es necesario por bien de la ciudadanía unirse en propósito, sin distingos políticos a la concientización sobre el tema, como lo hace la gobernadora de sonora Claudia Pablovich, unida con sus propias características operativas al plan nacional.
Muchos críticos no comprenden que el virus tiene etapas en su desarrollo y no ayuda en nada, tomar las medidas de la etapa tres cuando hay, por ejemplo 28 afectados bajo control, seguimiento. Cerrar las fronteras del sur, cuando un ínfimo porcentaje de centro o sud americanos van a Italia, Europa o china, igualmente en México, ¿Cuántos mexicanos, estadísticamente, viajan a Europa, Asia? como para cerrar aeropuertos. Bueno, según los técnicos especializados en el tema eso se dará, si en necesario en las etapas que lo requieran y en su momento.
Esta pandemia aparte de muertos (que seguramente los habrá, esperemos que no tantos) nos dejará experiencias higiénicas que no tenemos, cultura higiénica que no practicamos, y que deberíamos, pandemias o no.
Como en el caso de H1N1, aprendimos a ¡estornudar! Hoy mucha gente, estornuda hacia la parte interna de nuestro brazo, en dirección al codo o adentro de nuestra ropa al pecho, y esto ya es costumbre generacional, los niños la practican.
¿cuantos, antes de esto, teníamos gel desinfectante en nuestra casa?, Hoy Profeco hasta nos da la fórmula para prepararlo ¿Cuántos nos lavábamos las manos antes de comer, o después de salir del baño?
No estoy de acuerdo con las medidas de suspensión de clases o actividades económicas, menos las artísticas (aunque son preventivas) me hubiera gustado una difusión pública más fuerte e intensa, donde se estableciera la peligrosidad del virus y la necesidad de que todo el que haya viajado a los Estados Unidos, Europa o Asia, se reporte al sector salud para el seguimiento clínico en las etapas correspondientes como lo hacen en la CDMX. Hay un sector desprotegido económicamente como los de la economía informal (el 60%) que viven al día y que no tienen la capacidad de sobrevivencia. El presidente informo un adelanto a los adultos mayores de 4 meses (cinco mil pesos aprox) me hubiera gustado del fondo de contingencia aprobado por los diputados federales, se aportara 5 mil pesos más (como apoyo) para los adultos mayores, los incapacitados, las madres solteras, más que una medida populista, una medida de sobrevivencia a los que tendrán que decidir obligatoriamente, pasar sus vacaciones en la sala, que a la vez es su recamara y comedor, o en la cocina que está junto al baño.
Sin embargo, tenemos que seguir las recomendaciones que nos dan los expertos, distinguir entre catarro, gripe y tos que nada tienen que ver con pandemias y con visitar hospitales, y además, esto lo pueden hacer por teléfono. Contribuir a la confianza de todos los mexicanos, sobre todo los sonorenses, como lo hace el senador Arturo Bours Griffith en sus mensajes en Facebook de respetar las indicaciones de los expertos y confiar en ellos, hacer de la higiene una costumbre de vital importancia y sobretodo, cuidarnos.
Algunos datos interesantes, ¿sabe usted cuantas son las muertes a nivel mundial diariamente por diversas razones? Un millón aproximadamente. Esperemos (aunque me gustaría no fuera ninguno) no pase de Cincuenta. Hay que cuidarnos.
Sigamos solo las instrucciones que nos dan los expertos, no hagamos caso a rumores negativos o los propaguemos y no dejemos que manipulen políticamente el tema del Coronavirus, ya habrá tiempo en las elecciones de confrontar propuestas, inclusive de salud.
No salude de mano, desinfecte hasta su celular, no abrazos, ni balazos.
Y si alguien estornuda…. ¡No salga corriendo por favor! Es cuánto.
