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“Esto no puede ser, pero es”, fue la expresión que utilizó el argentino Jorge Luis Borges para definir la corriente literaria del realismo mágico, misma que cae como “anillo al dedo” para describir el realismo trágico que vive el municipio de Cajeme con sus personajes.
Porque ante el realismo trágico de las muertes violentas, el alcalde Sergio Pablo Mariscal lanza en vísperas de Noche Buena, frente al pelotón de cuestionamientos, una frase más propia del día de los Santos Inocentes: Levanto la mano para ser candidato a la gubernatura de Sonora.
Pero aun hay más, pues con qué cara le va cobrar al club Yaquis de Obregón los más de 9 millones de pesos que adeudan al municipio, si el mismo estadio es escenario para el lucimiento de su esposa Margarita Vélez, quien también va en el barco de las candidaturas, de acuerdo al plan estratégico.
O los regidores de Morena tan faltistas como su incapacidad para cumplir las responsabilidades del cargo, mientras no se trate de viajes para recibir premios sin méritos, desayunos fifís para recibir línea o para disfrutar el béisbol desde las alturas de una suite, producto de un contrato leonino.
Y ahí están los diputados locales de Morena o mejor dicho la bancada del villancico porque votan y votan y vuelven a votar sin querer queriendo a favor de la gobernadora Pavlovich y luego se dicen sorprendidos de las travesuras de sus manos, pues ya saben los ciudadanos que lo que “no suena lógico, suena a metálico”.
De ahí que el electorado ya no pida que estos legisladores se comporten como un auténtico contrapeso al poder ejecutivos, es decir, diputados de oposición a las triquiñuelas de la ex única gobernadora del país sino más bien la reposición de estos diputados, que desde que llegaron a sus puestos no le han ganado una.
Como bien lo expuso García Márquez, que Macondo no era un lugar geográfico sino imaginario o un estado de ánimo, la situación que vive Cajeme está más cerca de ese lugar descrito por el nobel colombiano, donde la realidad se mezcla con la fantasía sin el menos rubor de sus protagonistas porque gozan del autoengaño.
Aunque parezca irreal, todo se explica porque sus esfuerzos están encaminados por hacer realidad, ya sin adjetivos, el eslogan que tanto remacharon durante la pasada campaña electoral y vaya que lo han cumplido con creces a la vuelta de un ciclo: Juntos Haremos histo...rieta.
Deseos de paz y bien para los lectores de Infocajeme en el 2020.
