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A consecuencia del artículo, “Yo, pueblo”, de Denise Dresser (escritora, académica y periodista), donde hace una crítica al Presidente de México, por no considerar pueblo a ciertos sectores sociales de la población; género una rápida respuesta de otro periodista Pro-AMLO (“chairo siniestro-izquierda- como habemus chairos diestros”), el analista político, Hernán Gómez Bruera, en otro artículo: “No Denise, no somos pueblo”.
La síntesis de ambos escritos:
Yo, pueblo.
"Como parte del pueblo plural y como ciudadana que soy, refrendo mi derecho a estar, a participar. No permitiré que la 4T me vuelva extranjera en mi propio país”. Denise Dresser.
No Denise, no somos pueblo.
"Resulta difícil creer que la doctora Dresser pertenezca al sector excluido de la sociedad, que acumule agravios históricos, haya sufrido marginación económica o discriminación étnica. Es evidente que ella no es pueblo". Hernán Gómez Bruera.
Desde el ámbito filosófico, el concepto de PUEBLO, se puede interpretar de dos maneras: en un sentido simplista, son los habitantes de un pueblo, ciudad, Estado y País; en otro, rigurosamente científico, es una comunidad de personas, que se modifica históricamente, formada por parte de la población, capas y clases, que por sus situación objetiva están en condiciones de participar conjuntamente en la resolución de los problemas concernientes al desarrollo revolucionario, progresivo, de un país en un periodo determinado.*
Existen otras definiciones del concepto Pueblo. El enfoque político-jurídico, como el conjunto de los individuos unidos al Estado por vínculos de ciudadanía. Donde se agregan componentes sociológicos: la conciencia nacional (sentirse unidos a una nación); comunidad cultural (expresada sobre todo en la unidad lingüística) y la comunidad de destino político (“futuro compartido).
Desde una visión sociológica clasista, se define como un sector de la población constituido por las clases sociales no privilegiadas (…ejemplo, el proletariado industrial-obreros- y el campesinado de nuestros tiempos).
Desde el punto de vista etnográfico, pueblo es el conjunto de individuos y familias con unidad de rasgos, debida en parte a factores raciales comunes, y principalmente a factores culturales (lenguaje, religión, instituciones sociales, folklore, estilo de vida económica, etc.**
(Fuente: *http://www.filosofia.org/enc/ros/pue. **Arnoletto, E.J.: Glosario de Conceptos Políticos Usuales, Ed. EUMEDNET 2007, texto completo en http://www.eumed.net/dices/listado.php?dic=3)
En el mundo globalizado, según el desarrollo industrial basado en indicadores de crecimiento y de bienestar de sus pobladores, se habla de Pueblos Desarrollados y Pueblos Subdesarrollados. Donde el aprovechamiento de los capitales de producción, generan empleos y desarrollo en el ámbito personal. Según esto y las definiciones anteriores, TODOS SOMOS PUEBLO.
Dentro de otro concepto de desarrollo, esta, como ejemplo el del Desarrollo Político, como una manifestación político-social del proceso evolutivo de la vida, donde los de la elite política, deciden como se desarrollará una nación; quizás para bien o para mal.
Claro esto no es así tan simplista, requiere de expertos sociólogos y de filosofías políticas a fondo.
Basado en lo anterior, quizás algunos le demos la razón a Dresser y otros a Hernán, a este último, por su inclinación AMLOISTA, se basa quizás en el concepto socialista de que el pueblo, es la clase marginada y la obrera (factor de producción…manual) en donde los capitales de producción los maneja el Estado. Con este silogismo, los que conforman la elite de un Estado Socialista, no son Pueblo, y menos los políticos encumbrados, que solo utilizan el “baño de pueblo”, para sus propósitos).
Quizás Hernán Gómez, cuya apariencia sajona y su “habladillo-chilango”, como algunos de la clase “fifi” y su parecido a Harry Potter; claro, pero su aire intelectual y su preparación universitaria en el extranjero y de analista político, no le quita Ser Pueblo. Lo mismo que a Denise Dresser.
Con ambos cuestionamientos de estos conocidos personajes, me viene a la memoria un pasaje de mi vida profesional, que narro en forma de cuento. Aunque fue “verifico” (dicen los del pueblo donde nací, por decir verídico). “… cuando ingresé al IMSS –no tenía base por supuesto- me toco estar en el turno
de jornada acumulada (sábado y domingo) con otros dos compañeros pediatras; uno de aspecto sajón, güero, ojo azul, pelo rubio, el otro, morenito, chapito y pelos parados, color negro (como la charra del conejo y el puerco espín: en la madre soy chilango dijo este último), este, trabajador de base y con gran éxito en su consulta privada y en la venta de productos milagros (Herbalife, creo). Un día de guardia, llegó el morenito presumiendo, ante el compañero güerito, en esa época “piojo” (el servidor de testigo, blanco y piojo también, hasta la fecha…no menos…), enseñando un fajo de billetes, abanicando la cara del rubio con ellos, diciendo: mira güerito, este es el producto de un día de consulta, esto nunca lo veras Tú. Serio, casi encabronado, pensando en la respuesta, con la cara roja, ingurgitada del ya inocultable enojo, le contesta el Güerito: Mira pinche (compañero), podrás tener el dinero del mundo, pero la cara de pobre, jamás se te va a quitar” … O sea, el hecho de ser güerito, morenito, negro o blanco, rico, pobre, clase media, o media jodida, no es la diferencia para ser PUEBLO. Salvo su docta opinión.
Dr. Raúl Héctor Campa García
Desde mi estancia en Culiacán, Sin. 14 de marzo de 2019.
raulhcampag@hotmail.com.
