La calle Rodolfo Elías Calles, antaño calle Dos, luego llamada Doscientos y a la q1ue también se pretendió ponerle el nombre de Carlos Connat Maldonado, fue y es una de las principales avenidas de la ciudad.
Es una de las dos arterias que comunica al Valle del Yaqui. Su longitud al oriente calle Sufragio Efectivo y al poniente Campo Dos.
Hasta la década de los sesentas, en gran parte de su extensión era los límites de la ciudad en su lado sur y estuvo marcada con grandes cortinas de arboles. Pero de poco a poco la ciudad se fue urbanizando y además de ser arteria que comunica al Valle, se convirtió en una de las más comerciales.
En la década de los cuarenta se pretendió en llamarle Carlos Conat, Maldonado, sin embargo las fuerzas sindicales y agrarias de aquellos tiempos fueron más fuerte que lo que representaba la autoridad del Ayuntamiento, en base a ello impidieron la asignación de este nombre.
Al oriente en la Calle Sufragio topaba con construcciones de almacenes que impedían el paso, además de las vías del tren que también lo obstruían. Vendría después hacia la prolongación lado oriente la instalación del Panteón nuevo, llamado Panteón del Carmen.
Siendo Ciudad Obregón, una ciudad pujante, sobre esta avenida se empiezan a dar sus primeras construcciones.
A la alta sociedad, después de que empezó a abandonar el pueblo de Cocorit le es necesario un lugar propio para su esparcimiento por lo que al tiempo, se construye el Club Campestre, lugar propio y exclusivo de la alta sociedad.
Se edifica también el Instituto Sierra lo que daría inicio y con el paso del tiempo llegaría a ser la máxima casa de estudios de Cajeme, el ITSON.
También, después de mucho peregrinar y estando en funciones en varios lugares, se asienta entre las calles Chihuahua, que llegaba hasta la calle Doscientos y la Cinco de Febrero, la Escuela Secundaria José Rafael Campoy.
A principio de los sesentas la ciudad crecía y merecía se construyeran obras nuevas en beneficio de la sociedad
Vendría la construcción del edificio de Policía y Tránsito en Coahuila y doscientos, que hasta entonces ya había quedado en el centro de la ciudad y se trasladaría a este sitio. Junto con esta, también la construcción del Gimnasio Municipal, después llamado Manuel Lira y el edificio del la primera Escuela de Policía en Sonora.
Más adelante en calles Campeche y Doscientos se construye la Central Camionera.
Un par de años después de que se realizan estas obras se construye el Teatro Auditorio.
Era ya un orgullo tener juntos el Teatro Auditorio, el ITSON, la Secundaria José Rafael Campoy y el Club Campestre.
Siguiendo la ruta de la prolongación oriente llamada también calzada del panteón, se instala la primera gran industria de la ciudad y de Cajeme, Galletera Mexicana.
Con esto hacia más que necesario la construcción del llamado Paso a Desnivel, mismo que como prioridad se llevó a cabo.
La Calle Rodolfo Elías Calles a incitativa del Club de Leones Se toma como referente para el deslinde y del cambio de nombre de la Calle Cinco de Febrero. Hacia el Sur, la calle Cinco de Febrero se llamara Norman E. Bourlaug.
Rodolfo Elías Calles y Norman E. Borlaug, dos hombres que ayudaron a la transformación del Valle del Yaqui. Los dos nombres de ejes que comunican al Valle del Yaqui.
Al extremo poniente, en la intercesión con calle Kino se instala la dependencia llamada AFIRENO.
Por los mismos rumbos del poniente se construye el nuevo Hospital Municipal, se instalan cines, sucursales bancarias. La urbanización le da fuerte mordisco al Valle del Yaqui, a sus tierras agrícolas.
Ahora el Campo Dos, es parte de la ciudad.
Pueda que la Calle Rodolfo Elías Calles, traspase este asentamiento, y que a su prolongación que se le dé el mismo nombre, o se le asigne otro.
Por ejemplo, hay muchos nombres de políticos que están a la espera de que sus nombres se perpetúen asignándosele a alguna calle.
Con temor lo anterior a que se ignore un acuerdo de cabildo que anda por ahí olvidado, relacionado con este tópico y que tiene más de siete décadas de ayer vigente y no se ha dado cumplimiento o también por ignorancia se les ha olvidado revocarlo.