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Desde que tuve la edad para votar, he votado por el Partido Acción Nacional, salvo en dos ocasiones, en 1988: una, por un candidato a presidente municipal, en Cajeme, del PR1, y la otra – en ese mismo año- por un candidato a la Presidencia de México, de un Frente Democrático Nacional, conformado por personajes de Partidos de izquierda y PRIISTAS, inconformes con las designaciones cupulares de su partido, ese FDN al año siguiente -1989- se convirtió en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En ese tiempo, ni antes en mi época como universitario, a pesar de mi amistad con gente de izquierda, no milité en ningún Partido, después, ya de regreso a mi tierra -1985- como especialista, pertenecí a una ONG (Alianza Cívica) que en los años 90´ a finales, casi todos se afiliaron al PRD en Cajeme, excepto un servidor, que, en 1991 por voluntad propia me afilio al PAN y no siguiendo a un líder o a ciertos personajes.
Como todo ciudadano, también deseaba un cambio de un sistema político, que los Partidos opositores a los gobiernos emanados del PRI, proponían cambiar ese sistema de poder corrupto y corruptor.
Los Partidos de Izquierda se fusionaron, casi todos, en el PRD. El PAN con su objetivo principal desde su fundación (1939), era y es la de formar ciudadanía participativa y gobiernos con la doctrina demócrata social – cristiana, que habían gobernado en Países Europeos, principalmente en Italia. El PAN, era un Partido que no estaba obsesionado por llegar al Poder, pero con el tiempo eso fue cambiando; no sus principios, ni su doctrina, sino que el poder fue obsesionando a los que llegaron a sustentarlo, e incluso, esa obsesión permea al interior de este Instituto Político.
El PAN, siendo un partido, liberal (aunque no lo crean muchos, era un Partido con libertades; con libertad de pensamiento, de disentir, donde la persona era más importante que las masas, y como los principios de todo Partido Político, buscar el bien común), un Partido democrático, que gozaba de la credibilidad ciudadana. Cuando accedió al poder, con Fox y con Felipe Calderón, incrementó esa obsesión por el poder, desde allí, tal parece, que le cayó La maldición de la Malinche. Expresión ésta, muy usada, que tiene como referencia la supuesta traición a los Aztecas por un legendario personaje de los pueblos originales de México antiguo: la tan difamada Malitzin, personaje que toda su vida estuvo en esclavitud, vendida primero por su etnia y luego “obsequiada como si fuese una cosa y no persona” a los conquistadores, pue no solo fue “esclava” de Hernán Cortes, que la utilizó como interprete, para algunos propósitos de la conquista.
Lo que sucedió y sucede en el Partido, es que dejó las puertas abiertas, como esperando a otras personas que impusieran sus condiciones, como los conquistadores – invasores- de México, guardando las proporciones históricas.
Parodiando la canción del canta autor mexicano, Gabino Palomares, que popularizó la sinaloense del “canto nuevo” o de protesta, Amparo Ochoa Castaños (1946-1994), La Maldición de la Malinche, donde se deriva el término “malinchismo”, en referencia a las preferencias por las culturas europeas y norteamericanas. Tal como los aztecas pensaban en la llegada de Quetzalcóatl, el de la “profecía esperada”. Así el PAN les abrió las puertas, a los aventureros políticos en busca de las “canonjías del poder”, principalmente en el año 2000 en adelante.
La parodia de La maldición de la Malinche y el PAN, a continuación: “Del PRI los vieron llegar/los militantes a-PAN-tallados/ Eran los políticos con su partido enojados / de la disidencia del PRI, esperada/ Se siguió la indicación dada/ del poder que había llegado/el PAN abrió sus puertas/por temor a lo ignorado… /solo el valor de unos cuantos/ les opuso resistencia/ pero al mirar sus desvergüenzas, nos llenamos de impaciencia…/Se nos quedó el maleficio/ de brindar a los que llegaron/ nuestra fe, nuestra doctrina/ nuestro PAN y sus principios…y les seguimos creyendo/ en su demagogia y sus sin principios/ les dimos lo más valioso/ por sus espejos “con brillo”…Hoy en pleno siglo XXI/ nos siguen llegando de esos mismos/ y les abrimos la casa/ y les llamamos amigos/Pero si llega un Panista/ de tanto andar la brega/Lo humillamos y los vemos como extraño en su trinchera.
“Tú, hipócrita que te muestras/ sumiso al arribista/Pero te vuelves soberbio/con tus compañeros de Partido/ Con tus hermanos con años de lucha/ Oh, maldición de malinche/ enfermedad del presente/ ¿Cuándo dejaras el Partido? ¿Cuándo liberaras a mi gente? .../
Cualquier similitud, es solo una coincidencia. Hoy el “el masiosare”; el extraño enemigo interno, venido del mal…perdón del mar, ha hecho sucumbir de sus convicciones a muchos PANIstas. Deseamos, muchos, que las autoridades que llegaron a la dirigencia tanto Nacional como Estatal, retomen a pie puntillas, los estatutos originales y regresemos a nuestra doctrina fundacional.
Ahora los Partidos presentan una imagen camaleónica. Los militantes, de todos los Partidos, se mimetizan a conveniencia, menos los de MoReNa…TAMBIEN. A estos “morenos” cuídense también de Doña Marina, la famosa Malinche, se les puede infiltrar un Hernán Cortés, “un conquistador de voluntades” en sus filas o ya están dentro.
Como dijo Armando Fuentes Aguirre, Catón…Yo nada más digo.
#PARACAMBIARYOMEINCLUYO.
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