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En el pasado proceso electoral, el cisma político lo padecieron casi todos los partidos. Pre y post electoral; y lo seguirán presentando, tal parece. Con excepción de MoReNa hasta este momento, aunque no está exento de sufrirlo.
Los tres frentes que conformaron los diferentes partidos con sus contendientes, todos fueron estructurados en decisiones antidemocráticas, para designar a sus candidatos: PRI, Verde y PANAL, la decisión de la designación del candidato (Meade), fue imposición del Presidente Peña Nieto.
Por México al Frente: PAN PRD y MC, la decisión fue entre los presidentes de estos tres partidos. Los presidentes de los dos primeros partidos, durante su dirigencia (Anaya y Barrales], en lugar de darse tiempo para dirigir cada quien su partido, se dedicaron a construir sus candidaturas – el primero para Presidente del País y la segunda, al gobierno de la Ciudad de México- bajo la complicidad, no en balde, de Dante Delgado, Presidente del MC, esperanzado en su coto de Poder, aunque sea para él, y seguir viviendo del presupuesto. Es actualmente Senador.
El candidato de MoReNa – actual Presidente electo – se autodesignó, no tuvo objeción, de los otros dos Partidos que formaron la alianza (PT y PES).
El problema no terminó con el proceso electoral pasado (1 de julio, 2018), si no en estos periodos de transición o de entrega recepción y la conformación de los equipos de funcionarios, de las autoridades entrantes. Hay manifestaciones de grupos de inconformes, por la inclusión en puestos de algunos arribistas, que “sin mérito” han sido incorporados a todos los niveles, sobre todo en los Municipios y Estados y tal vez esto pueda ocasionar algún resquebrajamiento en el Partido MoReNa, agregado a sus triunfos electorales; que, para algunos de sus candidatos, todavía no salen de su asombro, y quizás expresaron: ¡a cabrón! ¿y ahora qué hago?
El cisma Preelectoral, de los partidos benefició, sin duda, a MoReNa y en Parte al MC. El resultado de la elección, colocó al PRI en el tercer lugar y al PAN en segundo lugar, con una real posibilidad de convertirse, como antes del 2000; en una real oposición. Pero esto va depender mucho de su proceso electoral interno y de construir una real unidad, y atenuar la inconformidad casi generalizada provocada por el gandallismo antidemocrático; al inicio de este escrito comentado.
Por un lado, un candidato que representa el “control cupular” del partido, que estigmatizó más al Partido, señalado como PRIANISMO; Marko Cortés Mendoza.
Por el otro, Manuel Gómez Morín Martínez del Río, respaldado por la calidad moral de panistas de cepa, como Carlos Medina Plascencia, Alberto Cárdenas, Fernando Canales Clariond, Javier Corral Jurado, entre otros; un candidato fresco, que abandera, el deseo de muchos, de que el partido vuelva a los principios doctrinarios, de la ética política y que de ser presidente del Partido, dedicarse a los asuntos del Partido, el respeto a la militancia y no tomar el Partido para construirse alguna candidatura, descuidando la dirigencia.
En esta elección interna, dependerá mucho de la reflexión de la militancia, de la madurez política, para que el PAN no padezca un cisma más, que sería catastrófico para el futuro del mismo. El PAN tiene la oportunidad de volver a ser el partido representativo de la ciudadanía de México, ser un partido de oposición responsable.
Por otro lado, el PRD, quedo casi eliminado como Instituto Político, lástima porque representaba lo que quedaba de la izquierda organizada, pero fue prácticamente “digerido” por MoReNa que es una organización política variopinta. El PRD, se comenta, ya anda liquidando sus activos y en miras ¿de formar otro Partido? Lo mismo que otros personajes. Creo que esto sería un craso error. Al contrario, ya No Más Partidos.
De los partiditos rémoras, mejor ni hablar y los que perdieron el registro, que ni regresen. Como dice un conductor de Televisión, de Jalisco: “Ya estamos hasta aquí” …de los partidos y de los Cismas Políticos.
#PARACAMBIARYOMEINCLUYO
Dr. Raúl Héctor Campa García
Ciudad Obregón, Son.
raulhcampag@hotmail.com
