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Gota a Gota XX
En una de esas madrugadas tranquilas, noté que alguien andaba sigilosamente por el jardín de mi casa.
Me levanté silenciosamente y me quedé siguiendo los leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta pasando por la ventana.
Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas y trancas internas en las puertas, no me preocupé demasiado, pero estaba claro que el ladrón tenia malas intenciones, y yo no estaría tranquilo con él ahí.
Llamé sigilosamente a la policía, le informé la situación, les di mi dirección. Me preguntaron que si el ladrón estaba armado; de qué calibre era el arma, si estaba solo o eran más, que, si ya estaba dentro de la casa, que si le había podido mirar el rostro y de ser así, si en su mirada había notado la intención de cometen un asesinato o simplemente un robo, etc. etc.
Para que vinieran rápido, contesté que sí estaba armado, pero que de las características del arma no sabía nada, que si se le miraban malas intenciones, me preguntó ¿a cuales se refiere?
Total, me dijeron (lo que le dicen a todos los que denuncian un robo) que de momento no había ninguna patrulla cerca para ayudar, pero que iban a mandar a alguien en cuanto fuera posible.
Que si pasaba algo les volviera a llamar.!!!!!
Después de 20 minutos, llamé nuevamente y con voz calmada les dije:
-Hola, hace un rato llamé porque había un ladrón en mi jardín. No hay necesidad de que se apuren, ya maté al tipo con un tiro de escopeta calibre 12 que tengo guardada para estas situaciones.
Le pegué un tiro y le volé la cabeza, ahora sus sesos, ojos, orejas y pelos están regados por el jardín...Y colgué.
En menos de tres minutos había en mi calle; 5 patrullas de la Policía Federal Preventiva; un helicóptero de la PGR; 1 unidad de bomberos, el abogado defensor del pueblo, 2 patrullas de la AFI, un equipo de reporteros de Televisión; fotógrafos y un grupo de los derechos humanos para ladrones que no se perderían esto por nada del mundo, ah y dos funerarias..
Llegaron y agarraron al ladrón in fraganti, el ratero miraba todo con una cara de susto, que parecía se le iba a salir el corazón.
Tal vez pensó que era la casa del Jefe de Policía, del Gobernador o de alguna persona importante, sepa Dios que pensaría el pobre, el caso es que estaba todo zurrado.
En medio del tumulto, un Oficial se me acercó y me dijo:
-Oiga, usted me dijo que ya había matado al ladrón.-
Yo le contesté:
-"Y usted me dijo que no había nadie disponible."-
Si usted captura algún ladrón en su casa, ¡trátelo bien! Ofrézcale alguna bebida, invítelo a comer, que se sienta cómodo, mientras no defina cuáles son sus “Malas intenciones” …
“En seguridad las cosas buenas también cuentan y cuentan bien”.
Nota* de alguna parte del internet.
A manera de despedida. Es Cuanto.
