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Con miras a entrar en la disputa real por la carrera presidencial, los candidatos Ricardo Anaya y José Antonio Meade compitieron durante el debate para ver quién era más crítico contra Andrés Manuel López Obrador, puntero en las encuestas.
El nombre de Andrés Manuel y/o López Obrador fue mencionado más de 50 veces por sus opositores en las dos horas que duró el ejercicio político, donde la gran mayoría de las veces fue para cuestionarlo sobre sus propuestas de campaña.
Inclusive el resultado de las críticas hacia candidato de Morena fue muy parecido al de la mayoría de las encuestas: el queretano Anaya estuvo ligeramente arriba del abanderado del tricolor con 18 y 17 cuestionamientos, respectivamente.
Hasta en eso hay empate técnico.
En el episodio de seguridad pública y violencia, López Obrador fue criticado por sus adversarios por el tema de la amnistía a criminales, de ahí que el candidato de Morena reaccionó con un “todos me están aquí echándome montón, véanlos”.
Mientras que en el apartado de combate a la corrupción, los señalamientos fueron por las ligas de René Bejarano y su ex tesorero Gustavo Ponce, además de la insistencia de José Antonio Meade de preguntarle de qué ha vivido en los últimos años.
Para el tercer rubro de democracia y grupos vulnerables, le dieron duro por sus vínculos con los sindicalistas Napoleón Gómez, Elba Esther Gordillo y de políticos cuestionables como Manuel Barttlet, así como su propuesta de revocación de mandato cada 2 años.
La estrategia del ex jefe de gobierno fue “batear” la mayoría de preguntas de sus contendientes que no lograron alterarlo en su ánimo, pues tampoco revelaron nada.
En su desesperación, el Bronco de Nuevo León lo llamó marrullero por no responderle.
Sin duda, la sorpresa de la noche fue precisamente Jaime Rodríguez con su sanguinaria propuesta de cortarles las manos a los ladrones, en tanto que Margarita Anaya gastó su tiempo en defender la gestión de su esposo, el expresidente Felipe Caderón.
Hubo momentos en que pareció que habría agarre entre el segundo y el tercero, pero no fue así porque los señalamientos los siguió acaparando el tabasqueño aunque Ricardo Anaya le propinó un buen derechazo al candidato priista, pero al final no lo t.umbó.
“Soy el único que le puede ganar a López Obrador”, alardeó el candidato de la alianza por México al Frente tras mofarse de la propuesta 7 de 7 de Mead para combatir la corrupción, recordarle los casos Odebrecht, el socavón y la estafa maestra, entre otros escándalos del sexenio.
Al final se cumplió el pronóstico de cómo se daría el primer debate, donde 4 de los 5 candidatos haría una alianza, deliberada o no, para convertirse en el TUCAM: Todos Unidos Contra Andrés Manuel.
O como lo predijo Proceso en su portada: Todos y con todo a la caza del puntero
Parece ser que no lo lograron y se les escapó el Peje para su desgracia electoral.
Esta vez, los moderadores se llevaron el debate.
