Vienen de muchas partes, vienen de aquel lado de la frontera del Norte, cruzan por Nogales, Tijuana, Mexicali, o cualquier otra parte, llenan las carreteras, con interminable caravanas de de carros de día y de noche.
Vienen cargados de ilusiones, de esas ilusiones que fueron guardando por muchos meses, quizá por varios años, el ansia de llegar a sus destinos se manifiesta en sus miradas, su forma de hablar. Son los Paisanos.
Son los paisanos que tuvieron que migrar para el Norte, a Los Estados Unidos de Norte América, la mayor parte de ellos obligados por las circunstancias que se viven en México, económicas principalmente, por inseguridad otras..
Por esas situaciones resumidas en algo que llaman, “Buscar la vida”.
Y se van, desafiando el peligro, de aquel lado de la frontera, de aquel lado del Muro, del muro metálico, del muro de odio
El Gobierno de México en alguna ocasión los llamo “héroes anónimos”, pero no dejo constancia de ese galardón como suele hacerse cuando se le asigna a alguien la categoría de Héroes, eso nada mas fue en un discurso, como en cualquier de los cientos de discurso que todo los días los diferentes niveles de gobierno discurren para desentramar su oficio de políticos.
Bien podría decirse de esa larga e interminable fila de paisanos que van por la carretera devorando cientos y cientos de kilómetros, desparramando dinero en casetas, contribuyendo involuntariamente con las policías de cada municipio que atrevieran, haciendo turismo, un movimiento social que “no cuenta, pero que cuentan mucho “.
Hay del gobierno Federal, Estatal, Municipal, si no fuera porque ellos se fueron, que tuvieron la hombrada de ir al país de Barack Obama, de Trump, de las barras y las estrellas y desde allá sostener a sus familias y brindarle todo lo que aquí no pudieron lograr: Casa, vestido, sustento, educación, asistencia médica y todo lo que conlleva el bienestar de la familia.
El gobierno dice,_ hay estados del la república que tienen una fuerte tradición, de migración, hacia los Estados Unidos,_ palabras que no se sabe en qué tono se les pronuncian.
Pero esa migración lleva tinte de desesperación, frustración, rabia, impotencia y lleva consigo desarraigo. Todo eso que no se puede medir en términos ni absolutos ni cuantitativos, pero si en términos de separación, de desesperanzases.
El gobierno data, registra y reconoce que los paisanos conforman la tercera fuerza de ingresos monetarios al país y sabe que sin esa migración el país se puede desmoronar, que su economía pudiera colapsarse.
Los paisanos representan remesas, divisas, por eso el mismo gobierno los reconoce como la tercera fuerza de ingresos económicos al país.
En esa fuente de entrada de recursos económicos al país no hay corrup ción, es decir ellos conforman el tercer pilar sobre la que está sostenida la economía del país, libre de corrupción, no como las otras fuentes de ingresos que el gobierno reconoce como los demás pilares.
Vienen pues, los paisanos a sus lugares de origen por unos días, tal vez suene un poco ridículo pero vienen a saborear a sus pueblos, sus tierras y luego volverán por ese camino desandado una y otra vez, volverán a desafiar muchas cosas, entre ellas las carreteras de México, en malas, pésimas condiciones y por lo tanto peligrosas, desafiando a veces a las policías de México, luego desafiar la migración venciendo el miedo compenetrado del lobo feroz de Donald Trump.
Los paisanos Tendrán que volver a buscar cruzar la frontera, porque no les queda de otra, porque sus lugares de origen siguen estando iguales o en peores condiciones que cuando se fueron por vez primera. Tendrán que volver a ponerse la casaca de héroes anónimos. A rebuscar otra vez el sueño americano.
Los paisanos tendrán que volver a “Buscar la Vida”
Dios bendiga pues a los paisanos.