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Vecino, ayer te vi cuando coincidimos en la tienda de nuestra colonia. Hacía tiempo que no te veía, supongo tenías otras cosas que hacer aunque en el fondo algo me dice que la vergüenza por el descrédito de tu partido en nuestro estado te ha llevado a salir lo menos posible, después de todo en la última recta del gobierno estatal anterior anduviste muy activo vendiendo la idea de la continuidad de tu partido en el poder.
Sé tú no te beneficiaste de los robos, desvíos, desfalcos y demás corruptelas por todos vistas y sabidas. Conozco tu casa, tu familia, tu forma de vivir. Es más: creo fuiste sincero. Tú como muchos sonorenses hartos del tricolor querías un cambio y el PAN te lo propuso. Imagínate: ¡todos seríamos de ahora en adelante el número uno!
Recuerdo cuando poco antes de la elección donde tu candidato a gobernador, campechanamente mencionado como Memo en sus promocionales, salió vencedor decías que todo lo negro que se le achacaba (deudas con bancos extranjeros, demandas por incumplimiento de contratos, y demás) eran parte de las campañas en su contra. ¡Quién iba a decir que más bien eran los nubarrones de la tormenta que caería (y arrasaría) con Sonora!
Era tanta tu necesidad de una esperanza que ni siquiera las antiéticas e inmorales maniobras para saltarse la legislación electoral (como en el caso de las bardas pintadas como Giulliermo en vez de Guillermo) podían hacerte ver lo que ahora es más que evidente: tu candidato resultó un pájaro de cuentas, un mafioso en toda la extensión, que durante seis años junto con un grupo de corruptos e incondicionales robó, malverso, desfalcó mientras el Estado de caía a pedazos. Pasó como tenía que pasar. Bien dice un dicho que en política no hay sorpresas sino soprendidos.
Sé te da vergüenza lo que pasó. Eres honesto, una persona de bien. El que milites en el albiazul no te vuelve como quienes nos gobernaron. No eres como esos otros integrantes de tu partido que a pesar de las evidencias siguen aduciendo cacería de brujas y que lejos están de la integridad y honestidad como personas pues solo quieren confundir y ver la manera de dañar a los actuales con miras a dentro de unos años volver a tratar de engañar al pueblo (como esos miembros de tu partido, falsos y engañosos, que tiran y despotrican contra el tricolor actualmente en el poder pero son amigos y charolean con los tricolores en el poder brincando de un corral a otro corral a conveniencia porque en el fondo son parte de la misma mugre que nos ha dañado tanto). Tú no eres así. Te conozco.
Pero bueno, no es la idea de esta carta el echarte en cara todo esto. Ya lo sabes. Ya lo has experimentado. Al contrario, el motivo de la presente es el de animarte, hacerte ver que el mundo no se ha acabo y que como decía aquella canción “siempre vendrán tiempos mejores”.
Sé que ahorita el descrédito de tu albiazul partido te parece como un abismo inexpugnable que nunca podrán sortear y del cual nunca podrán salir estando condenados al rechazo social, al señalamiento, a la crítica. Pero te tengo noticias: nada más alejado de la realidad ¿y sabes por qué? por qué el pueblo olvida, al pueblo no le interesa el estado, la patria, para nada, el pueblo quiere siempre circo, maroma y teatro. ¿Crees que el enemigo de la sociedad son los políticos corruptos? Para nada, el peor enemigo que tenemos somos nosotros mismos, el pueblo y su falta de memoria.
Ya sé que te cuesta trabajo oír esto pero, ¿te acuerdas de Mario Ernesto Villanueva Madrid?, él fue gobernador tricolor de Quintana Roo y ahorita está preso en USA acusado de (entre otras linduras) narcotráfico. ¿Sabes qué partido le siguió en la gubernatura no una, ni dos, sino tres periodos posteriores? El mismo tricolor. ¿Ves? Al pueblo no le interesa para nada su propia vida cívica, no tiene memoria social ni mucho menos compromiso comunitario.
¿Y qué me dices del gobierno que durante 70 años detento el tricolor en México? Una historia llena de desaparecidos, asesinatos, robos descarados, devaluaciones, inflaciones rampantes, bueno, tú la conoces, tú la viviste, tú la padeciste. Es cierto que en 2000 el país voto por tu partido y sacó al tricolor de los Pinos, ¿y qué pasó después? Hoy tenemos que de nuevo el tricolor ha regresado a la máxima investidura nacional como si nada hubiera pasado. ¿Ves? El pueblo olvida, al pueblo no le importa ni la historia ni la verdad, solo dormir.
Y ¡mira! a veces el pueblo ni siquiera necesita de mucho tiempo. A finales del año pasado se llevó a cabo la elección a gobernador en Colima. Muchas irregularidades hubo en esto y quedó demostrado que el tricolor en el poder ene se entonces había maniobrado con recursos, gentes y apoyos para apoyar al candidato de su partido José Ignacio Peralta Sánchez, tan demostrado quedó esto que el TEPJF anuló la elección y convocó a una elección extraordinaria para inicios de 2016. Imagínate que quedara más que demostrado que un partido violento las normas electorales, compró con recursos públicos votos, echó el aparato gubernamental para pasar por encima de la voluntad libre del pueblo e imponer como ganador a un candidato ¿cuál crees sería la reacción de ese pueblo si les dieran la posibilidad de votar de nuevo? Pues bien, en la nueva jornada electoral para elegir gobernador en Colima que se llevó a cabo a inicios de 2016 ¡volvió a ganar el tricolor y hasta con más votos que en la elección anulada! ¿Te fijas? El peor enemigo que tiene el pueblo es el pueblo.
Es mentira eso de que la sociedad está harta de los corruptos, de los mentirosos, de los rateros. Ahí están esas tres perlas que retratan a la sociedad como aquel dibujo de los tres changos: uno tapándose la boca, otro los ojos y otro los oídos. Con razón nuestro actual primer mandatario del país acaba de decir, palabras más, palabras menos, que la corrupción somos todos.
Así que no te preocupes. A veces es cuestión de tiempo, otras de engañar con mentiras al pueblo, lo que sí es seguro es que adelante ustedes, tú y tu albiazul partido, tiene de nuevo la oportunidad de volver a la carga. EL pueblo, duerme, el pueblo olvida, el pueblo no le importa nada: sus verdugos pueden volver una y otra y otra vez y el pueblo los recibirá una y otra y otra vez con los brazos abiertos. A lo mejor una que otra vez dará un voto de castigo, pero ¡mira! es más bien como un golpecito en la mano que se le da a un niño a sabiendas que no cambiara su comportamiento.
En realidad nada se ha perdido. Tienen ustedes de su lado la poca memoria del pueblo, el desinterés por la vida cívica, la falta de compromiso como comunidad, la desunión social, después de todo en política ningún triunfo ni ninguna derrota son para siempre.
¡Ánimo, vecino!
Luis Quintero
