Niños en situación de riesgo

En México, como en casi todas las partes del mundo, existen esfuerzos para proteger a los niños que por diferentes motivos sus progenitores no pueden velar por su bienestar básico y tener una vida digna.

Conflictos socio políticos, como guerras, donde muchas familias quedan desintegradas por desplazamientos de poblaciones, fuera de las áreas de conflictos, huérfanos de guerras inhumanas en donde las violaciones de los derechos humanos es lo más común; miles de niños expósitos quedan en un insensible abandono.

La pobreza extrema de casi la mitad de la población mundial, los problemas económicos y en ocasiones de orden social, donde la irresponsabilidad de parejas que procrean, rechazan a un niño como consecuencia inesperada de esa unión sexual. Las tristes e indignantes maneras de concebir a un ser humano, derivada de una violación y lo más doloroso que se presenta, es el abuso sexual de niñas (y niños), que nos habla de una descomposición social, donde el instinto sexual humano, que no se supedita al razonamiento, queda en lo irracionalidad del instinto animal (con perdón de los verdaderos animalitos). La irracional bestialidad de algunos seres “humanos”.

Desgraciadamente las violaciones, no es privativo de un nivel socio cultural bajo, aunque se da en mayores proporciones que en las clases altas, o puede ser que a veces en estas, tratan de ocultarlos (ejemplos, los junior violadores de Veracruz: Los Porkys). Delito cometido por todo tipo de personas, desde desconocidos malhechores, amigos de una familia, familiares cercanos, políticos, ministros de cultos religiosos (desgraciadamente estos actos personales, tienden a querer desvirtuar la verdadera misión de las diferentes Iglesias), mentores, etc. Claro que todos merecen un ejemplar castigo. (Colgarlos de los genitales).

La situación de riesgo de millones de niños en el mundo prevalece, desde su gestación hasta los 17 años. Desde los niños expósitos (recién nacidos expuestos, abandonados), embarazos en adolescentes entre 12 a 19 años; niños concebidos pero no deseados, con el riesgo inminente de ser abandonados unos, abortados otros: por situación económica precaria (pobreza), otras situaciones sociales (como: ¡el qué dirán, por el convencionalismo social “de alcurnia”!), donde el embarazo les ocasiona un trastorno en su desarrollo personal, de trabajo y que “por un descuido” les falló postergar la gestación; los niños nonatos, concebidos por la criminal violación, los niños de las guerras y otras carencias sociales. Desde allí empieza el riesgo.

Antes, uno de los lugares más seguro de un niño era el vientre de una madre (Matriz), ahora es el lugar más peligroso (Cita: Dr. Armando García Avendaño).

En México entre los aproximadamente 40 millones de la población infantil, aproximadamente el 50 % viven en pobreza, y 3 de cada 4 de estos infantes padecen de alguna carencia social. En México 6 millones de niños entre los 3 y 17 años no tienen acceso a la educación (datos de UNICEF México), y según cifras del INEGI, México tiene el mayor porcentaje de embarazos en adolescentes entre los 12 y 19 años, que representa el 5.8 % de todos los embarazos. Un embarazo en menores de 20 años, es un riesgo de mortalidad para la adolescente y para ese SER HUMANO en gestación.

Aunque hay localidades que esta cifra puede ser mayor. Ejemplo, hace unos cuantos años, en varios análisis al azar de la consulta de control de embarazos, en un Centro de salud de Ciudad Obregón, de 160 mujeres aproximadamente, que acudían a control mensual, un 15 al 20 % tenían entre los 12 y los 19 años de edad, algunas de 17 a 19 años, acudían por embarazo subsecuente. Con esto último se puede inferir, que los programas de educación sexual, para prevención del embarazo en adolescentes y enfermedades de trasmisión sexual (ETS) han sido un fracaso. A pesar de la distribución “indiscriminada” de píldoras anticonceptivas, preservativos y pláticas a población adolescentes de riesgo, tanto las ETS como los embarazos en adolescentes van en aumento. Se hace mucho énfasis por el sector salud, en enseñarles el uso de los métodos preventivos (como los preservativos, y sustancias anticonceptivas) y lo único que se logra-tal parece- es una incitación a tener relaciones sexuales prematuras o sin responsabilidad. Muy poco se aborda la temática de una educación de responsabilidad sexual, y eso a futuro, a muchos adolescentes y jóvenes pagaran un precio muy caro. (Sex has a Price tag. Pam Stenzel).

En México, ya desde la época del virreinato existían las Casas de Niños Expósitos (recién nacidos abandonados, por los general en las puertas de las iglesias). Una de las primeras casas de atención de niños abandonados fue la Casa de Niños Expósitos de Puebla (Hospital de San Cristóbal para Niños Expósitos), fundada en 1604 por el Obispo Don Diego de Romano y Govea (1578-1606); teniendo como antecedentes las que existían en Europa, como la Casa de Niños Expósitos de Madrid, conocida como la Inclusa, fundada en 1587. Donde se daba la atención y cuidado de estos niños, incluida la educación, solo que en Madrid, por orden del Rey Felipe IV de España, en 1623, se les bautizaba con un nombre, pero se les agregaba con el discriminatorio apellido de Expósitos a todos y solo se les daba una formación artesanal, prohibiendo una educación superior. Muy al contrario de estas casas en México, donde sí tenían la oportunidad de una educación superior y la opción de una carrera eclesiástica (supuesto requisito que no se cumplía), y el joven se integraba a la sociedad en alguna otra actividad, algunos permanecían desde el nacimiento hasta la edad adulta sobre todo al servicio de las iglesias. Don Vasco

de Quiroga en el Siglo XVI, fundó también los Hospitales-Pueblos, casas de cuna u hospicios, en México y Michoacán, donde intentaban dar una educación integral y rural, como una experiencia de una organización socialista-comunista. En la Ciudad de México la fundación de la Casa de Niños Expósitos u Hospicio, fue promovida por Don Fernando Ortiz Cortés, chantre (canónigo, cargo episcopal que antiguamente dirigía el coro en catedral), quien la proyectó en 1763-1767, pero murió antes de ver concluida la obra; pero la continuó el virrey de Bucareli, inaugurándola en 1774. Pero ya antes en 1766, el Obispo Francisco Antonio de Lorenzana y Buitrón, arrendó una modesta vivienda que empezó a funcionar como Casa de niños expósitos, recogiendo a los primeros niños abandonados. Sostenida con recursos propios al principio y después con la ayuda de gente pudiente altruista (Fuente: Gonzalbo-Aizpuru Pilar. La Casa de Niños Expósitos de la Ciudad de México. Una Fundación del Siglo XVIII. Colegio de México). Estas casas de cuna, donde no solo les daban los cuidados necesarios y educación, también tenían servicios médicos, convirtiéndose después en Casas de Beneficencia o Casas de Cuna, desde donde se gestaría con el tiempo el Primer Hospital de Niños (Hospital Infantil de México. 1943), por iniciativa a principio del siglo XVIII de un grupos de médicos que atendían a los niños y otros personajes dirigidos por el Dr. Manuel Cárdenas de la Vega, pediatra formado en Francia, pero que desgraciadamente murió muy joven, en 1934. (Fuente: Campa-García R.H. Huellas de la Pediatría. De México a Sonora. Edición Personal, avalada por el Colegio de Pediatras de Sonora, Sección Cd. Obregón.1999).

Si bien es cierto, que a nivel internacional se han realizado muchos esfuerzos, para la protección de menores en riesgo, con: La declaración de los derechos de los niños (26 de noviembre de 1959). Declaración sobre los principios sociales y jurídicos relativos a la Protección y Bienestar de los niños, con particular referencia a la adopción y colocación en hogares de guarda en los Planos Nacionales e Internacionales (adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 3 de diciembre de 1986). Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de Adopción de Menores (adoptada en la Paz, Bolivia, el 24 de mayo de 1984). Convención Sobre los Derechos del Niño (adoptada por la Asamblea General de la ONU el 20 de noviembre de 1989). Protocolo Facultativo de la Convención Sobre los Derechos del Niño Relativo a la Venta de Niños, la Pornografía Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía (adoptado por la Asamblea General de la ONU el 25 de mayo del 2000). La Convención de la ciudad de La Haya, Países Bajos, sobre la Protección de Menores y la Cooperación en Materia de Adopción Internacional (29 de mayo 1993); donde México, como todos los Países de Latinoamérica, participó y aprobó los acuerdos por el Senado de la República el 22 de junio de 1994 y se Publicó para su complimiento, en el Diario Oficial de la Federación el 24 de Octubre de 1994. Los acuerdos están contenidos en VII Capítulos, con 48 articulados. Teniendo como autoridad central en materia de adopción Internacional a la Secretaria de Relaciones Exteriores y el Sistema DIF; este último junto con las regulaciones jurídica de la adopción nacional. (Fuente: Orta-García María Elena. La Adopción en México. Acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de UNAM, 2013. www.juridicas.unam.mx).

La situación del menor puede ser determinada discrecionalmente (en base a la experiencia y la buena fe) por el juez evitando afectaciones en el bienestar espiritual y material del menor y de manera general, en primer término por las personas que están a cargo del menor. El interés superior del menor Puede concentrarse en los siguientes aspectos: a.- Tener como marco el respeto de los derechos fundamentales (especialmente en los consagrados en la Convención de los Derechos del Niño de 1989); b.- Respetar los derechos de los menores que se encuentran contemplados en las leyes nacionales, tanto locales como federales y los tratados y acuerdos internacionales; c.- De una manera tácita, el Interés Superior del menor condiciona la normativa, además de ser un criterio de integración; d.- En nuestro país el interés superior del menor está protegido por leyes que son consideradas de orden público e interés social. (La misma fuente anterior).

En cuanto a la unión de homosexuales ya legalizada civilmente, primero en el entonces D.F. en el 2009 con la aprobación de la Ley de Convivencia, convirtiéndola actualmente en una figura legal “semejante” “al matrimonio natural”- no tradicional- (Copia fiel de la Ley Española del 2005), que a dado margen a que obtengan el controversial “derecho” a la adopción de niños, por parejas del mismo sexo, la misma Lic. Orta García y también las investigadoras jurídicas de la UNAM, Nuria González y Sonia Rodríguez (Capítulo Tercero. Interés Superior del Menor y la Adopción Internacional de Menores. www.juridicas.unam.mx ) agregan los siguiente: Respecto a las repercusiones que en la vida del niño tendrá la adopción por personas del mismo sexo, en realidad son todavía desconocidas, en el ámbito internacional existen pocos estudios al respecto y resultan de observaciones parciales, debido a que son situaciones que se han presentado recientemente en ciertos países y se desconoce como esos niños llegarán a ser en su edad adulta, no se cuenta con suficientes pruebas para forjarse una convicción.(Lic. Orta García).

No estaría completo un análisis sobre la adopción internacional sino se hiciera referencia, aunque de manera sucinta y a modo de análisis de “Laboratorio”, a la apertura que representa la opción de las adopciones homoparentales. Afirmamos que son impresiones de “laboratorio”…porque su reciente incorporación en distintos ordenamientos jurídicos no permiten

tener cifras que determinen la posibilidad real de esas adopciones y mucho menos el impacto que están tendrán sobre los menores…para poder adoptar una postura seria acerca de la afectación psicológica y/o emocional de estas adopciones tenemos que esperar un tiempo prudencial o efectivo para determinar las diferentes implicaciones que conlleva una medida como ésta. (Nuria González y Sonia Rodríguez).

Pregunto: ¿Se trata de exponer a un modelo experimentar a los niños susceptibles de adopción? Desde el punto de vista bioético, supongo que no es correcto. ¿Qué opinan los bióeticistas? La incongruencia es que algunos, no todos, están a favor del aborto y por otro lado, ahora quieren adoptar.

Colofón: Lo ideal es que los niños estén bajo el cuidado de sus progenitores responsables. A los niños de riesgo de hogares disfuncionales o de cualquier situación de abandono, buscarle su guarda o adopción, ponderando siembre el bien superior del niño, para su desarrollo y educación, en donde gobierno y asociaciones no gubernamentales en conjunto (el altruismo ciudadano existe), reglamenten lo mejor posible los proceso de adopción y la selección estricta bajo un estudio psicológico y social de los adoptantes. Con familias con sentido de unión permanente. Acatar y mejorar los convenios internacionales y leyes nacionales con respecto a las adopciones. Los sistemas de salud públicos y privados, deben vigilar por un desarrollo y crecimiento armónico de estos niños. Adoptar medidas como en otros países, ejemplo en Italia a cada pediatra el Estado le asignan 800 niños para el cuiddo, atención de su salud y vigilancia de su crecimiento y desarrollo. Si en México existen aproximadamente entre 20 y 25 millones niños en situación de riesgo; nos tocaría a cada pediatra dar atención a aproximadamente a 750 niños; si supuestamente ejercemos en el país unos 30 mil especialistas.

Pugnar por una Paternidad Responsable, por una Ciudadanía Responsable, una Sexualidad Responsable; por un gobierno responsable, que garantice los satisfactores necesarios para que estos niños de riesgo se desarrollen armónicamente en una sociedad saludable. Con una alimentación, educación y cultura de calidad, en ambientes saludables. Disminuir índices de pobreza, los problemas de adicciones y corrupción, empleos bien remunerados, etc. Algo se ha hecho, pero hay mucho por hacer para ayudar a millones de niños en situación de riesgos, siendo solidarios realmente, ciudadanía y gobierno.