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Como si nos faltaran desgracias y penas …
Estimado lector: ¿Te parece peligrosa la situación que vive París con los ataques terroristas que le generaron más de cien muertos? ¿Te informaron los medios que dos días antes de los atentados de París, hubo un atentado en Beirut que produjo más de 250 muertos?
¿Sabes que en Irak son más de 300 mil los muertos producidos por la guerra que desataron las criminales ambiciones petroleras norteamericanas? ¿Conoces los detalles de la guerra en Siria y su resentimiento histórico con Francia?
Las escenas terroríficas de París nos son presentadas hasta el cansancio por periódicos y TV en México, dejando de lado una situación más grave y mucho más peligrosa, con más muertos y víctimas y daños colaterales: la situación nuestra.
¿Estás consciente de que en México tenemos más muertos y atentados terroristas que Afganistán, Irak y Siria? Nuestro infierno inició en 2007, con la ¨Declaración de Guerra¨ que el presidente Felipe Calderón hizo a la delincuencia organizada. Una Guerra que consideró necesaria pero para la cual no tenía una estrategia definida.
Una Guerra que se inicia sin Estrategia tiene los peores augurios y la experiencia mexicana nos ratifica este principio que Sun Tzu postula en primerísima instancia en su obra cumbre ¨El arte de la Guerra¨.
Cuando los medios de comunicación nos presentan la amenaza externa están tendiendo un velo para que no veamos la realidad nacional. Nos muestran la paja de fuera que oculta la viga de adentro. Hacen el juego al terrorismo al sembrar el pánico en nuestra gente. Son los mejores aliados y los promotores más eficaces de los peores fines.
No sugiero que desatendamos lo global pero sí propongo que empecemos por enfrentar, entender y corregir lo local, lo nuestro, el problema que nos agobia. El mundo se ha desentendido de lo que nos sucede a los mexicanos y sin embargo, los mexicanos somos manipulados por intereses domésticos perversos para condolernos de las desgracias ajenas, cediendo nuestra capacidad de asombro y dolor a cuestiones que son lejanas, a personas que nos son extrañas.
La vida de un francés parece valer por la de miles de sirios. La vida de un norteamericano tiene una cotización elevadísima que se paga con la muerte de miles de irakís y afganos. Preguntémonos: ¿le damos valor a la vida en México? Las evidencias de nuestro comportamiento social y político ofrecen una respuesta negativa. Irresponsable. Suicida.
Movilicemos las conciencias en México en favor de las causas nacionales y solidaricémonos después con los sufrientes del mundo. De sacrificio, de dolor y luto los mexicanos entendemos mucho porque somos víctimas cotidianas de la violencia que genera la insania humana, la indolencia ciudadana y la irresponsabilidad y corrupción de las Autoridades.
México es el líder absurdo de la resiliencia en el mundo y con su tolerancia hacia lo intolerable nuestro país se desangra internamente y los mexicanos nos degradamos ante los ojos y asombro del mundo.
Hago votos por la Paz. Por la de México. Y por la del mundo.
ESCRITORIO ECONÓMICO
