La UNAM – máxima casa de estudios y también el más grande rechazante de estudiantes-, se deslinda continuamente de su responsabilidad por no poder atender a miles de aspirantes cada año.
No ha querido sin embargo, abrir más opciones de licenciaturas virtuales, lo que sería la respuesta más adecuada al problema de los rechazados.
La educación en línea es económica, ágil, incluyente y de amplia justicia social.
Lo que antes era parte de la ciencia ficción hoy es una realidad educativa: estudiantes que mediante su pantalla de computadora estudian, comparten y aprenden, serán los guías educativos de varias generaciones en el futuro. Para adecuar la realidad, tales guías son llamados interventores o gestores educativos, ya que lejos de la imagen centralista y protagonista del maestro tradicional, éstos son gestores resumen la idea de la nueva educación virtual, en donde los alumnos construyen su propio aprendizaje y en donde los asesores son guías en tal aprendizaje proactivo.
El educador social es un vínculo entre los contenidos educativos, grupos de estudiantes, y las instituciones que se preocupen por hacer realidad la justicia social. Es sobre todo, un instrumento que debe incidir en la realidad educativa de grupos marginados, para cumplir con su verdadera vocación se servir a la sociedad.
La educación comunitaria es la verdadera matriz del interventor educativo. Atender comunidades en desventaja es una labor central, ya que su trabajo más que rol académico, tiene una clara incidencia social.
Si las comunidades logran acceder a la conectividad, la educación en línea será la verdadera vía de transformación social para nuestro país.
