Ayer domingo deben haberse encontrado e integrado en una sola caravana, las columnas yaquis y las de Chihuahua, Chiapas y otros estados, que se dirigen a la ciudad de México para protestar, en el mero Zócalo, por los atropellos a sus derechos sobre el agua y la tierra y contra su cultura e identidad.
No es una exigencia retórica y mediática. Esperan resultados. Señalan como responsables de los atropellos al gobierno federal, a los gobiernos de los estados y a los sectores privados que les roban el agua y la tierra, como ocurre en Sonora.
Los yaquis reafirmarán el reclamo de suspender el funcionamiento del acueducto al Novillo, pero aún sobre esta exigencia, que es vital para la sobrevivencia de la tribu, pondrán la de libertad para sus hermanos Mario Luna y Fernando Jiménez.
Estos hombres llevan refundidos varios meses en la cárcel por orden del gobernador Padrés para que sepan a qué atenerse todos los que se oponen al acueducto.
Mientras escribo, me pregunto por qué los candidatos de oposición no inician o cierran sus discursos, pletóricos de programas utópicos y promesas, la sencilla exclamación que encabeza esta columna:
¡LIBERTAD PARA MARIO LUNA Y FERNANDO JIMÉNEZ, PRESOS POLÍTICOS!
CON MENTIRAS TRATA JG DE FRENAR LA CAÍDA
¡Qué cara dura la de ese tipo, Javier Gándara! ¡Miente y paga porque se publiquen sus mentiras! Ayer publicó una plana entera cuyo encabezado dice: “Es Javier Gándara el primero en declaración de transparencia”. Pero, como se sabe, se negó a dar a conocer el monto de su fortuna y los bienes que le pertenecen. ¡Es el peor en transparencia!
En un intento por frenar la caída en las encuestas, el susodicho organizó el acarreo de miles de personas en camiones, con el sistema que aplicó cuando era miembro del PRI para ganar la candidatura a presidente municipal de Hermosillo en 2000. Ya se sabe que se apropió de la candidatura aunque en la elección, Dolores del Río lo hizo polvo.
Pues bien, los macanas de Gándara informaron, oficialmente, que el domingo se juntaron en Hermosillo 25 mil personas acarreadas de Hermosillo y otros municipios. Ellos habían esperado 40 mil, pero dicen que juntaron 25 mil.
Como los candidatos siempre inflan la cantidad de sus seguidores, obviamente es mentira que hayan reunido 25 mil. Un periodista equidistante de todos los partidos y con experiencia en esto de calcular asistentes a mítines, Arturo Soto, considera, fotos y razonamientos por delante, que en la sección principal hubo 5 mil, y por otro lado 2 mil, es decir, menos de la tercera parte del número que se halla en El Imparcial.
Si eso no se llama fracaso, díganme usted, lector, cómo se llama.
Sería interesante saber qué gasto reportarán al INE por esta actividad pues para no rebasar los límites procurarán ponerlo muy bajo, pero al hacerlo confesarán que movieron poca gente.
En fin, el segundo debate está a la vuelta de la esquina: mañana, en Ciudad Obregón, con trasmisión estatal. Sugiero al PAN que para que su candidato consolide sus simpatías (¿?) en Cajeme lo manden a tomarse un café al mercado antes del debate. A ver cómo le va.
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