Carlos MONCADA OCHOA
Hace nueve años, el gobernador Manlio Fabio Beltrones fue acusado, en un periódico gringo, de estar relacionado con narcotraficantes. El único apoyo del 3periodista era la opinión, a la ligera, de un cónsul. La información alcanzó dimensiones de escándalo porque la reprodujo “Reforma” y en el Estado, “El Imparcial”, dolido porque sólo se le compraba la publicidad estrictamente necesaria, sin subsidio extra, machacó mil veces la versión y para fingir que no calumniaba, citaba siempre la fuente principal de la calumnia.
¿Qué hizo Beltrones? Aparte de negar los hechos ante los medios citados, solicitó a la PGR una averiguación para precisar si existía o no existía la relación con los narcos. Así paró la avalancha porque no se encontró una prueba contra él.
Es también un periódico gringo, el “The Wall Street Journal”, el que acusa al gobernador Padrés de haberse embolsado, junto con su hermano, 3.3 millones de dólares a cambio de los contratos otorgados a un empresario sonorense para la elaboración de uniformes escolares.
¿Qué hizo el señor Padrés? Se limitó a negar los cargos y aseguró que se trata de un golpe político. Curiosos estarían los adversarios del gobernador si no aprovecharan la oportunidad de criticarlo con las razones a su alcance y darle un golpe, necesariamente político. Lo que importa aquí al ciudadano de cualquier partido es precisar cuál es la verdad.
El periodista Armando Vázquez aporta un elemento que no ha sido mencionado, y que se relaciona con el comentario negativo que hizo Ramón Corral Ávila sobre el gobierno de Padrés. La táctica de éste ha sido siempre evitar las confrontaciones, de modo que cuando los reporteros lo interrogaron al respecto, se limitó a decir que respeta a Ramón Corral.
Ramón, dice el periodista, estuvo casado en primeras nupcias con una hermana de Mario Aguirre, el empresario al que se implica en las maniobras financieras para llevar a cuentas de bancos extranjeros el botín de 3.3 millones de dólares. Cuando el suegro de Ramón murió repentinamente, al iniciar un vuelo que partía del aeropuerto de Hermosillo, su mujer heredó el restaurante Miyako. Pero poco después también falleció esta señora y el restaurante quedó en manos de Ramón Corral
Armando no asienta conclusiones claras pero insinúa que al atacar este político a Padrés, tal vez pretendía herir a su cuñado. Es una línea de investigación muy interesante.
Se supone que a estas alturas Padrés preguntó ya a su amigo Beltrones qué hacer ante esta situación comprometida. Sin excepciones, los coordinadores de la Cámara de Diputados acordaron que se someta a averiguación la negra historia de Padrés. Beltrones sugirió que se pregunte a la Secretaría de Hacienda si existe una investigación en proceso. ¿Cree que si la Secretaría no contesta, o contesta que no, se podrá dar carpetazo al asunto?
Opino que debe seguir adelante la indagatoria porque a Hacienda quizá sólo le interesa que no se extienda el conocimiento de lo que ocurre, hasta que no arribe a conclusiones definitivas. Estamos ante un caso que debe estudiarse con seriedad para que no se quede en chismorreo.
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