Carlos MONCADA OCHOA
A algunos líderes políticos les preocupa que en los municipios de Cajeme y Navojoa, y tal vez alguno más, no se hayan puesto de acuerdo los aspirantes para crear la candidatura de unidad. O sea que uno de los precandidatos se trague la amargura y la frustración y renuncie al anhelo de entregar tres años de su vida al desinteresado servicio a su comunidad.
El caso de Cajeme me parece especialmente interesante porque están implicadas (¿todavía no “enfrentadas”?) dos familias económica y políticamente poderosas. Los jefes de ambos clanes: Faustino Félix Serna y Javier R. Bours, marcharon siempre de común acuerdo. Cada familia ha dado a Sonora un gobernador. Eduardo Bours incorporó a su gabinete a Faustino Félix Escalante.
Ha habido tres presidentes municipales llamados Faustino Félix (Gastélum, Serna, Escalante) y se encuentra el cuarto en la antesala. Por la otra familia sólo ha habido un alcalde, Ricardo, y hace antesala Rodrigo, que sería el segundo.
¿Cuál de ellos sería mejor alcalde? Creo que los dos harían muy bien su trabajo y que los dos garantizan a los sonorenses de aquel rumbo lo que a los sonorenses de toda la entidad nos tiene enfermos: que se maneje el dinero público con honradez, ¡con un demonio!
Con esos precandidatos, es válido afirmar que el PRI cuenta dinero delante de los pobres (y no porque sean ricos, sino porque poseen cualidades políticas y humanas).
¿Qué nuevo, importante elemento hay que tomar en cuenta en relación a estos precandidatos? Uno que se apellida Beltrones Rivera. No ve bien a su colega ex gobernador Eduardo Bours y demostró que es amigo de Faustino Félix Chávez pues asistió al informe-destape de éste hace varias semanas, lo que no es pequeño mérito pues mucha gente no lo ve bien en el Valle del Yaqui (a Beltrones) por su abierta relación (¿complicidad?) con Padrés.. ¿Cómo podría influir Beltrones a favor del 4º Faustino Félix? Ya dejó lejos (creo) el tiempo de los tacos electorales, el robo de ánforas, la compra de votos y otras técnicas anticuadas. Posee otro recurso que es el de su personalidad dominante de los priistas.
La gran mayoría de ellos o sienten temor o veneración, y en cualquiera de esos dos casos se sienten obligados a hacer lo que Beltrones ordene. Pero…
Pero los cajemenses están frente a la oportunidad de realizar una convención libre en la que decidan de veras los delegados. Sopesar los méritos de uno y otro aspirantes y resolver libremente sentaría un precedente valioso para el PRI.Y no tendría problemas posteriores porque ninguno de los dos precas aceptaría ser candidato de otro partido ni hacerle propaganda negativa al triunfador. Además, el pueblo del Valle del Yaqui no se levantaría en armas por ninguno de los dos. ¿Entonces?
Si se repitiera el experimento en Navojoa, mejor para el partido tricolor. Podría presumir de democracia más allá de la simple palabrería.
Ahora, estoy consciente de que quizás en este momento se estén realizando las negociaciones pertinentes y que quede este asunto en que uno en Cajeme y otro en Navojoa aceptan retirarse para que haya candidatura de unidad. ¿Esto implicaría que esta columna se irá a la basura? No, porque si hemos esperado democracia tantos años, ¿qué más da aguardar otros pocos?
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