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Raúl Héctor Campa García
Después de más de cincuenta años del bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos a Cuba; la llamada Guerra Fría; los presidentes de ambos países, Obama y Raúl Castro, deciden reanudar las relaciones diplomática y comerciales entre ambos países, con una participación importante en esta posibilidad, de Su Santidad el Papa Francisco, para su realización.
Aunque es preciso decirlo (porque se comenta, y no hay que negarlo), que existe un gran porcentaje de oposición entre los Congresistas Norteamericanos, sobre todo los Republicanos y una gran mayoría de cubanos radicados en los Estados Unidos, principalmente los residentes en La Florida.
Quizás para los cubanos, valga la expresión, de Cuba (los que no han podido salir o no han querido emigrar), sea una oportunidad, para su desarrollo económico, social y cultural, o simplemente su libertad, su libre albedrió, para no tener su pensamiento cautivo.
Quizás los cubanos “de los Estados Unidos”, dolidos de los revolucionarios socialistas, por varios motivos, como el decomiso de sus bienes, la violación a los derechos humanos que sufrieron, ellos o sus familiares, las prácticas antidemocráticas, como sucede en los regímenes totalitarios, etcétera, serían algunos de sus argumentos. Quizás otros, no tan equivocados y a lo cual también creo que así sea, ven la caída del sistema político de la Isla, tal como sucedió en Rusia en los años 80, cuando Mijaíl Gorbachov, propuso e instituyó la apertura democrática o reestructuró el sistema, abierto a la inversión extranjera, con los países capitalistas, principalmente con los Estados Unidos de Norteamérica (aparentemente sin “desmantelar el comunismo”).
Lo que se denominó (por Gorbachov) como Perestroika o reestructuración del sistema comunista o la apertura a otras opciones de sistema económico y social; con transparencia de estas acciones (Glasnost/transparencia). Pero con esta propuesta prácticamente se desmanteló el bloque de Estados Comunistas que formaban la URSS (Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas).
Con la institución de la Perestroika, a Mijaíl Gorbachov se le concedió el Premio Nobel de la Paz. Esta medida política provocó no solo la caída de la Cortina de Hierro, como se le nombraba a todos los países que estaban bajo el sistema socialistas, a finales de los 80’ y que también en el año 1989 se concluyó con el derrumbamiento del Muro de Berlín y la unión de nuevo de la Alemania Oriental, comunista, con la Occidental, Capitalista. La Perestroika fue aceptada por la mayoría de la población soviética, principalmente los jóvenes y con el rechazo de los viejos conservadores del Partido Comunista Ruso.
Esta apertura provocó también, el retiro del apoyo económico y tecnológico de la antigua URSS a la Isla de Cuba, que ha sufrido hasta la fecha el bloqueo económico de los Estados Unidos. Pero que ahora se abre una ventana para reanudar las relaciones diplomáticas, aunque sea de Facto ya que no hay una formalidad de ambos países, tanto del congreso gringo, como de una gran parte de los cubanos principalmente los expatriados o de los también reacios y convencidos comunistas de la isla. Pero tal parece que si hay aceptación de la población que vive en Cuba. ¿Será esta Perestroika de Facto, la que provoque la caída del comunismo en Cuba? O ¿Se resistirán los “revolucionarios cubanos” a esta apertura?
Tal vez la senectud del líder revolucionario, Fidel Castro Ruz, hizo que ya no se le tome en cuenta y al heredarle el mando a su hermano Raúl y este quizás, con su gabinete han visto que la economía de la isla es insostenible y están queriendo ingresar a la vida democrática y de apertura económica y social sin “perder las convicciones revolucionarias del comunismo a ultranza”. ¿Será? ¿Caerá el gobierno totalitario en Cuba y los cubanos ya no tendrán, cuando menos su pensamiento cautivo?
Eso lo veremos este 2015. Feliz año.
