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Cuenca del río Yaqui y Desarrollo Regional (parte 1)
La obra del Acueducto Independencia, trasvase de las aguas de la Cuenca del Río Yaqui a la Cuenca del Río Sonora, para sostener y aumentar el desarrollo artificial y forzado del Municipio de Hermosillo, en detrimento del desarrollo natural y potenciales de la agricultura de alimentos del Valle del Yaqui, para bien de México.
Ciudadanos de Cajeme, habitantes del Valle del Yaqui y la población indígena yoreme de las comunidades yaquis, casi por 3 años, estamos envueltos, viviendo y padeciendo esta experiencia desafiante, dura y difícil. Somos en esta noble y positiva lucha, la defensa de la Cuenca del Yaqui y de nuestros derechos como región agrícola y de abasto alimentario para México. Es una experiencia compleja y complicada, nos afecta y concierne a todos en el presente y a las generaciones que vienen…
Este reto es una oportunidad de crecer, humana, socialmente, una coyuntura para organizar, construir y desarrollar (si se quiere así) un empoderamiento ciudadano: Podemos intentar el llevar las cosas a un nivel más elevado y de otra manera… Para empezar, con RESPETO, que ofrecemos, damos y merecemos recibir en nuestra dignidad humana y ciudadana…
La realidad de una muy costosa obra hidráulica, tiene aspectos ecológico, humano y económico:
Decimos “muy costosa”:
+ En cuanto al Medio Ambiente – Ecología: la Cuenca del Río Yaqui: La destrucción y o muy grave trastorno innecesario a una bioregión o región natural, a su vida y permanencia: El territorio necesario orgánico de la vida y para cualquier desarrollo humano, social y económico en el presente y el futuro...
+ Con costo humano y social muy alto y de difícil reversión: división, enfrentamiento, irritación, encono, rencor...
+ En dinero con cuantiosa inversión no necesaria. Hay alternativas viables, eficientes y de más baja inversión. No es necesario negar o cancelar el desarrollo de una región para que otra lo tenga, habiendo modo de resolver la supuesta necesidad de agua para consumo humano en Hermosillo.
En cuanto a “desarrollo regional”, de entrada hay que decir que no hay desarrollo económico y presente con futuro para una población, localidad y región sin agua. Lo que se argumenta para Hermosillo es igualmente válido para el Valle del Yaqui que requiere un presente con abasto de agua y un futuro que legítimamente le pertenece en base a su vocación agrícola de producción de alimentos. Es necesario reconocer y resaltar que concurren aspectos delicados y de gran importancia estratégica para México, como lo son la autosuficiencia alimentaria, seguridad alimentaria y soberanía alimentaria, a partir de la actividad agrícola de este feraz y pródigo valle.
En este contexto, viene al caso ubicarnos en la Guerra por los Alimentos. Hace casi 3 años lo vimos y se vivió internacionalmente, particularmente en Asia, el escándalo con los precios del arroz. La anunciada guerra mundial por los alimentos manifestó un primer episodio. Estudiosos e investigadores independientes pronosticaban desde los años 60s que vendrían las guerras por el petróleo, por el agua y por los alimentos…
Esta experiencia nos invita, exige y demanda, en conciencia, atención y participación ciudadana con conciencia social y ecológica y en otras dimensiones, más allá de la pugna de los intereses involucrados y en juego que han tomado demasiado lugar en el escenario.
La “sed de Hermosillo” es algo fabricado, de modo arbitrario e impositivo, con manipulación, demagogia y populismo de parte del gobernador Padrés, apoyado por el Presidente Calderón, lo que es reprobable. Y detrás, están los poderosos intereses reales que se mantienen ocultos en las sombras: los terratenientes urbanos, los desarrolladores y constructores urbanos, las inmobiliarias y los grandes intereses creados que buscan continuar con Hermosillo -no importa a qué precio, mientras ellos prosperen- como espacio de centralización, concentración excluyente y control egoísta de cualquier nueva inversión o actividad de importancia, sea pública o privada.
Después de 3 años, no hemos podido asumir con el debido cuidado nuestra participación en colectivos y en la formación de un conjunto articulado -un parlamento, una red…- para conocer, ver, entender; tomar decisiones; hacer las cosas bien y alcanzar el invencible poder de la unión --responsablemente y con sentido de conjunto-- de un modo claro, incluyente, positivo y constructivo, con alternativas viables, que no lastimen a la Naturaleza, a ninguna población y pueden hacer bien a todos.
Ciertamente las condiciones y el modo unilateral, autoritario e impositivo en que se han llevado las cosas de parte del Gobierno de Sonora no han favorecido la participación ciudadana, al contrario, la han inhibido y acosado. Ha habido y hay presiones, amenazas, ejercicio indebido de la función pública y cooptación…
Se puede y hay que trabajar por la VIDA, la VERDAD y la JUSTICIA, con visión y sentido de conjunto: Por el bien de la Naturaleza y de las poblaciones. Es una posibilidad actual y es viable. Pese a que a la población del Valle del Yaqui y a las comunidades de la Tribu Yaqui se nos quiere arrinconar psicológicamente y asestar una obra supuestamente terminada con el Acueducto Independencia, obra muy costosa, ilegal, prohibida su ejecución judicialmente y sin respaldo ecológico.
-Deslindamos y aclaramos: en pro de, a favor de... Si algo hay que reconocer y corregir, estamos dispuestos a rectificar. Gracias-
Rogelio Valenzuela Parada
