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Sergio Ibarra
MAS TARDÓ Calderón en romper el silencio impuesto por la veda electoral solicitada por el IFE en el que no se permite hacer pronunciamientos a favor ni en contra de ninguno de los candidatos presidenciales, cuando en cuestión de minutos, la misma presidencia se ocupó de tratar – sin lograrlo, por supuesto—de tapar el desliz calderonista y que aquí y en China constituye una abierta intromisión al proceso electoral. Aquí, como en los recordados desbarres de Fox, lo que Calderón quiso decir, y lo dijo, es que la diferencia entre la candidata de su partido, Josefina Vázquez Mota y el abanderado del PRI, Enrique Peña Nieto, se ha acortado a tan sólo cuatro puntos según las encuestas de que disponen en Los Pinos.
De hecho, por más que en el desesperado comunicado de la casa presidencial se ocupan de dejar en claro que” el ejecutivo federal en ningún momento opinó ni mencionó a los aspirantes presidenciales en contienda, sus partidos o sus propuestas programáticas”, lo cierto es que la mayoría de los consejeros de Bananex – cerca de 700—que estaban presentes en la reunión de banqueros, lugar donde tuvo lugar el encuentro y los pronunciamientos en cuestión, afirman que Calderón cerró su participación abordando el tema electoral señalando que los comicios de julio serán muy parejos porque incluso el candidato de las izquierdas, López Obrador, también está creciendo. Para mala suerte de éste, ni siquiera hizo falta que concluyera la reunión con los banqueros para que la información llegara al cuartel general del PRI y de Peña Nieto, con lo que se descarta una posible tergiversación de la misma, menos aun, la clásica justificación de que las palabras hayan sido sacadas de contexto.
La reacción de los priistas no se hizo esperar y de inmediato anunciaron que habría una respuesta a las palabras presidenciales, las que fueron calificadas fuera de lugar e indebidas, debido a la etapa de intercampañas que se vive en el país, por más que se argumente que se trató de una reunión privada. Según la Presidencia, Calderón no hizo otra cosa que comentar información que muestra una elección presidencial “ muy competitiva” pues México cuenta con una democracia vigorosa en la que se vive una real división de poderes, con absoluta libertad de prensa, de reunión y manifestación. Los banqueros, comunicativos como han sido siempre, gente seria y poco dado al chacoteo, vieron y escucharon otra cosa y así lo transmitieron a quien ellos querían que llegara el mensaje: Calderón fue enfático—precisaron—en que los candidatos ya están muy parejos, que será una elección muy reñida y que la diferencia entre Josefina Vázquez Mota y Peña Nieto es ya sólo de cuatro puntos.
Es decir, Calderón dijo lo que dijo ante quien él considera necesario que lo sepan, los banqueros, los dueños del capital, los mismos a los que, hace seis años envenenó en contra de López Obrador y que ahora, por lo visto, quiere azuzar en contra de dos; del mismo tabasqueño y de Peña Nieto. Ahora bien, suponiendo que, como presume el comunicado de Los Pinos, los banqueros ahí reunidos iban todos en sus cinco minutos de PENdencieros, totalmente en babia, pues, ¿ qué dijo Calderón para que estos entendieran tan mal así que doña Josefina ya está a solo cuatro puntos de Peña Nieto? ¿ Les hablaría en Purépecha, la lengua de sus ancestros? ¿ O, en su atropellado spaninglish que se machuca?...En lo particular, la única vez que pongo en tela de duda las palabras de los banqueros es cuando promocionan sus bondades y ventajas a través de sus tarjetas de crédito, de ahí en fuera, como en el caso que nos ocupa, siento que están siendo sinceros y que Calderón si dijo lo que ellos dicen que dijo. Por cuanto al boletín de presidencia, con lo único que me quedo es cuando señalan que don Felipe dijo que habría una elección muy competitiva y que la reunión de éste y los banqueros se dio en el marco de un encuentro privado al que ha acudido de manera regular tras la invitación que le extiende ese grupo financiero.
Por cuanto a que en México se vive una democracia vigorosa con una real división de poderes, absoluta libertad de prensa, de reunión y manifestación, que el aguzado lector interprete mi silencio. El que si no se anduvo por las ramas es el msonorense dirigente del Sol Azteca en México, Jesús Zambrano cuando a voz en cuello salió a condenar lo que llamó “ la grosera intromisión” del jefe del Ejecutivo Federal, Felipe Calderón, en el proceso electoral que vive el país y donde dejó ver – según él—su respaldo a la candidata presidencial del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota. Según Zambrano, el IFE debe tomar medidas urgentemente y hacerle un severo llamado, un extrañamiento público, y al mismo tiempo, este hecho debe consignarse ante la autoridad electoral para que sea sancionado en lo que corresponda, porque está en la comisión de delitos electorales…Y razón no le falta.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Agotados ya los asuntos de “barandilla”, pasamos ahora si, a los asuntos políticos. Los que también están metidos en buen brete son los tricolores ahora que se acerca el momento de las definiciones para designar a sus candidatos a las diputaciones locales, sobre todo en lo que respecta al distrito XVI en donde, como nunca, el PRI cuenta con puras luminarias de cinco estrellas y que de veras, tendría todas las de ganar con cualquiera de estos; Armando Alcalá, Omar Guillén, Abel Murrieta y ni qué decir de un Andrés Salas, un activo con amplia trayectoria desde su paso por Canirac en donde dejó constancia de un buen ganado liderazgo. Lo cierto es que ya se está al cuarto para las doce y es cuestión de escasas dos semanas para que se publique la convocatoria que estará llamando a combate para luego dar paso a la designación de las más esperadas y peleadas de las posiciones, la alcaldía de Cajeme en donde el nombre de Rogelio Díaz Díaz Brown sigue encabezando las encuestas. Por lo que hace al resto de los distritos, tampoco hacen malos quesos; sobre todo en el XVIII en donde sigue a la cabeza Eduardo Castro, el Fredy Carrasco en el XV, mientras que para el XVIII se dan el quién vive, José María, el Chema Urrea, Abraham Montijo y los recientemente incluidos, Guadalupe Bujanda y Manuel Murúe.
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