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En estos últimos meses se ha dado una polémica entre el gobierno del estado de Sonora y una parte de los habitantes del Valle del Yaqui, al sur del estado, por la iniciativa del Gobernador de construir un acueducto que permita llevar agua de la presa Plutarco Elías Calles (El Novillo) a la ciudad de Hermosillo. Los principales argumentos en pro y en contra, publicados, son:
1.-Los que apoyan la obra respaldada por el gobierno del estado argumentan que bajo la premisa de que el “agua es de todos” es totalmente justificable que se hagan las obras que permitan optimizar su uso, mejorar la infraestructura de distribución urbana y por supuesto compartirla desde donde haya hacia donde no la hay pues la misma ley prioriza el uso para consumo humano, antes que el agrícola e industrial.
2.-Los que se oponen argumentan que no es posible compartir una cantidad de agua que ni siquiera para los que la usan en el valle del yaqui les alcanza, se muestran sumamente preocupados por que se haga una obra que permitirá sacarle agua a la presa del novillo aun en épocas de sequia poniendo en riesgo el riego de las tierras de uso agrícola del valle.
3.-Los que apoyan la obra aseguran que la oposición no es real sino financiada y manipulada por intereses políticos identificados con el PRI y originada por los agricultores que siembran grandes superficies en el valle del yaqui los cuales solamente defienden sus intereses.
4.-Los que se oponen aseguran que la obstinación del Gobernador por esa obra se origina en los compromisos políticos que adquirió durante la campaña que le permitió ganar las elecciones, principalmente un supuesto compromiso con Carlos Slim pagable con la concesión del acueducto en mención.
5.-Los que están a favor de que se haga el acueducto “independencia” –como se le bautizo recientemente- aseguran que una vez conseguida la cesión de derechos de agricultores de zonas rio arriba de la presa del Novillo la cantidad de agua disponible para los agricultores del valle del yaqui no se vera afectada, pues se respetara íntegramente el agua concesionada a los agricultores del valle del yaqui.
6.-Los opositores han insistido vehementemente que la mejor solución es hacer una desaladora de agua de mar en la costa ya que es mas barato (el proceso y la conducción hacia Hermosillo) y así no habría necesidad de tomar agua de una zona que de por si batalla para darse abasto a si misma, poniendo como ejemplo la sequia del año 2003 en que el valle del yaqui se dejo de sembrar.
7.- Los que apoyan la obra aseguran que con solo implementar medidas de ahorro y optimización del agua de riego en el valle del yaqui se obtendrían ahorros mayores a los 75 millones de metros cúbicos de agua que se planean extraerle a la presa anualmente para garantizar el abasto de agua a la ciudad de Hermosillo, pues aseguran, el nivel de desperdicio por el mal manejo del agua rodada es un problema no resuelto, ni atendido debidamente.
8.-Los que se niegan a la realización del acueducto argumentan que si el problema se esta presentando en la cuenca hidrológica del rio Sonora, que es donde esta asentada la capital del estado, es ahí donde se deben de aplicar medidas de optimización, ahorro y modificación del patrón de cultivos agrícolas en el valle de Hermosillo ( conocido comúnmente como “la costa”)sin dejar de incluir la modernización y mantenimiento a la red de agua potable de la ciudad que se asegura presenta un alto porcentaje de fugas (40 %) y que de hacerse esto, sencillamente no es necesario la realización de la polémica obra.
9.- Las dependencias del Gobierno del estado involucradas en el tema aseguran que es “mas barato” obtener agua mediante el acueducto que por medio de la desaladora.
10.- Los opositores aseguran que el Gobernador actual no quiere afectar a los agricultores del valle agrícola de la costa de Hermosillo, tanto en la realización de nuevos pozos como en la adquisición de los derechos de algunos existentes y sobre todo en imponer una modificación en el patrón de cultivos de alta demanda de agua en la zona que es la que geográficamente debe de hacerlo para ayudar a que la ciudad tenga el agua que demanda.
Al resumir en diez puntos las principales argumentaciones públicamente expuestas es posible dejar en claro algunas de las cosas de fondo y de forma que forman parte de esta situación que tiene como contexto el primer año de gobierno de un gobernador emanado del PAN después de mas de 70 años en que todos eran del PRI y como antecedente una campaña álgida de mutuas descalificaciones y acusaciones, cuyas heridas no dan señales de sanar, tanto en la parte de los ganadores que están aprendiendo a ejercer el poder como por parte de los perdedores que también están aprendiendo a pero a desenvolverse como oposición.
Este proceso deja en claro nítidamente que ambos bandos no creen en los “adversarios”: cualquier cosa que digan los “otros” es inmediatamente puesta en duda.
Lo novedoso fue que los habitantes de las principales ciudades del estado de Sonora estamos siendo testigos de una especie de “debate” entre el Gobierno del estado y organizaciones afines que lo apoyan contra las organizaciones de agricultores usuarios del agua de riego del rio yaqui, organismos empresariales y una parte de la sociedad de Cd. Obregón. Aun que, de este ultimo lado a querido ser protagonizada por una organización denominada “movimiento ciudadano por el agua”.
El resumen de las 10 argumentaciones resumidas líneas arriba fue obtenido de los desplegados de prensa, declaraciones de funcionarios, volantes, mítines, artículos de opinión, noticieros, etc., que nos coloco a los habitantes del estado en medio de una especie de “guerra mediatica” en busca de ganarse a la opinión publica de su lado y que algunos –no sin
exageración- llegaron a firmar que se trataba de una de las primeras “guerras por el agua” que historiadores y analistas aseguran serán parte de los acontecimientos por venir.
Las heridas a que me referí antes y que surgieron o se recrudecieron durante la campaña electoral no es posible afirmar que ya sanaron pues los que están enfrentados con el tema del acueducto son, básicamente, los mismos y que desde entonces –y tal vez desde antes- perdieron la capacidad de dialogar entre si.
Es curioso pero en nuestro sistema electoral una vez que se logro que fueran competitivas, se esta dando con frecuencia un fenómeno que merece análisis más a fondo: los candidatos se esmeran en descalificar a sus oponentes y a todos los que de alguna manera pueden ser obstáculos para ganar las elecciones. Se usa ahora el concepto de “guerra sucia” para englobar todo lo que se hace abierta o subrepticiamente con miras a ese objetivo supremo, para una vez logrado el objetivo iniciar una etapa de “ahora si unámonos todos en un solo objetivo…”,cerremos filas ( entorno mío), hay que tener “altitud de miras”, y demás frases sin reconocer que carecen de sentido para los que perdieron, pues no solo están desilusionados por el resultado de las urnas, sino heridos por la manera en que se procedió.
Alguien me dijo una vez que la tendencia a hacer “trampa” en las elecciones en México, o dicho eufemísticamente “hacer uso de todos los medios posibles” se debe a que todos lo hacen.
No tengo elementos para asegurar que se haya hecho “trampa” en la ultima elección para gobernador en nuestro estado, solo me limito a recordar que los dos partidos que la protagonizaron se acusaron mutuamente de eso y lo que si produjo es alejarlos cada vez mas de la posibilidad del dialogo constructivo, pero sobre todo del acuerdo entre si.
Que esperamos los habitantes del Valle del Yaqui y los habitantes de la Ciudad de Hermosillo
que no poseemos tierras de cultivo, que no somos dueños de empresas, ni pertenecemos a los organismos “abajo firmantes” que participaron en la campaña mediática: básicamente que se pongan de acuerdo.
Resulta patético que esta obra tenga que dirimirse en los tribunales, como paso con la serie de obras que el sexenio pasado enfrento también a muchos de los que ahora lo hacen: algo no esta bien en la forma de gobernar o en la forma de ser oposición. O en ambas.
Si ponerse de acuerdo no es posible, (como ya es evidente) entonces deberían dar a conocer a la opinión publica toda la información que les permite respaldar sus afirmaciones pues, evidentemente, alguien esta mintiendo: esto es notorio en la caso de el costo del agua obtenida de una desaladora, ambos aseguran exactamente lo contrario ( puntos 6 y 9).
Considero que formo parte de esta discusión precisamente porque el agua es de todos y dado que esto no esta en duda, todos los habitantes de las regiones involucradas debemos de formar parte de ella y a estas alturas, mas que afirmaciones necesitamos datos, la información al ser compartida evitará los malos entendidos y las afirmaciones sin sustento.
¿Por qué son 75 millones de metros cúbicos los que se requieren? ¿Por qué no 60 o 200? ¿ de donde salió la cifra?.
¿Qué va a pasar cuando el incremento de la población de Hermosillo haga insuficiente la cantidad ahora definida como necesaria? ¿la cantidad de 75 millones de m3 esta contemplado irla incrementando conforme aumente la población?.
¿Por qué si la cantidad máxima de almacenaje de las tres presas del rio yaqui es de alrededor de 7 mil millones de metros cúbicos y la cantidad concesionada a los agricultores del valle del yaqui es de un poco menos de tres mil, los organismos en que están agrupados deciden sobre el total?
¿Cuáles son los mecanismos formales, cuando –por ejemplo-el total almacenado al inicio del ciclo agrícola sea de solo tres mil millones, para definir el uso del agua de la parte proporcional almacenada al momento de autorizar la superficie de siembra?
¿Bajo qué parámetros de operación se garantiza a los demás usuarios del agua del Rio Yaqui que serán 75 y solo esa cantidad la que se extraerá de la presa del Novillo? ¿Que va a pasar si alguien permite que se extraigan mas de lo acordado?. ¿Por qué no hacer explicitas dichas garantías?
¿Por qué si la cantidad concesionada a los usuarios de agua riego del rio yaqui es de 2 mil setecientos millones de metros cúbicos no es posible compartir 75 millones?: ¿Cuáles son las estadísticas anuales de captación de agua en toda la cuenca? ¿Cuáles son los ahorros comprobados en la pavimentación de la red secundaria de riego? ¿Cuáles son los datos asociados al uso del agua con otros métodos de cultivo y del uso de otros métodos de riego?
¿Dado que la cantidad de agua a utilizar se ajusta a la baja cuando no hay suficiente ( se siembran menos hectáreas), está contemplado que los 75 millones también lo hagan en una situación de baja disponibilidad de agua en la presa?
¿Cuáles son los datos del uso del agua en la costa de Hermosillo? Cuanto se siembra, cuanto se gasta de agua, de que fuentes, que alternativas de ahorro se pueden aplicar? ¿Por qué no se usa la de ahí? ¿Es decir porque no dar respuesta con datos verificables a estos cuestionamientos?
¿Cuánto cuesta el agua que sale de la llave en las casas? Es decir como se compone la tarifa impresa en los recibos? ¿este dato es el mismo en las diferentes ciudades involucradas como Hermosillo, Guaymas, Obregón, Navojoa?.
¿Si los datos sugieren que la solución sea una mezcla de las alternativas disponibles, por qué no comenzar por las más baratas y solo si no se soluciona el problema incluir la obra más cara, que es el acueducto?
Todo indica que el fondo de esta discusión, aparte de las diferencias políticas es el dinero, es decir el costo de las obras… por eso es necesario hacernos una nueva interrogante que es valida para todos:
Es correcto que el agua, como elemento indispensable de la vida, sea considerada una simple mercancía?
¿Está dentro de las atribuciones éticas del gobierno (el bien común primero que todo) que el agua para consumo humano se le “concesione” a empresas privadas para extráela, conducirla, procesarla o enviarla a los hogares? ¿Cual es el la utilidad “aceptable” o como se dicen los financieros “el retorno de la inversión” que se va a utilizar en el caso del agua de Hermosillo? ¿Por qué el gobierno (federal, estatal y municipal) no puede financiar esa obra?
¿Por qué la construcción del acueducto debe de incluir la concesión del mismo? Si alguien la hace y cobra por ello…¿es necesario darle los derechos de uso para que obtenga mas ganancias que la obra misma?.
La desgracia de nuestro tiempo es que todo lo tendemos a monetizar, creemos que todo vale en función de la utilidad que se puede obtener de ella. Si a esto le agregamos que la tragedia de nuestro país es que los políticos saben y se especializan en eso: muchos lo utilizan en su beneficio cada vez que les es posible.
¿Cuánto vale el agua?
Tal vez sea equivalente a lo que vale la vida misma, pues como repiten muchos aun sin haberlo comprendido del todo: “el agua es vida, pues sin ella esta no es posible”.
¿Qué va a pasar con nosotros los habitantes sin intereses económicos directos en esta situación en que los afectados y los interesados se “pelean” por el agua del rio Yaqui?
Conozco el rio en casi todo su recorrido desde el Novillo a su desembocadura, sabemos que dio origen a la etnia yaqui, e hizo posible al valle agrícola y a ciudad de Obregón, sin embargo predomina la idea de que podemos hacer con él lo que sea: sus aguas son estadísticas de lluvia, cantidades necesarias por hectárea, etc., las exigencias que le cargan ya no alcanzan para que el agua pase del pueblo de Hornos y a partir de ahí su cause es un paramo seco lleno de cercos para ganado, despojando a los pueblos rivereños y a su gente de lo mas preciado de su vida comunitaria: el rio.
El temor a un año “malo” en lluvias ha convencido a los administradores del agua de que es mejor secar el rio, pues se ha considerado erróneamente que el agua que forma su cause se esta “tirando” pues no esta siendo utilizado por alguien en particular para producir algo que se pueda vender.
¿Cómo le decimos a un grupo de niños yaquis que ya no se van a poder bañar en su río porque otros ya lo vendieron?
¿Cuánto vale la sombra inmensa de los álamos de su orilla?
¿Cuánto el aroma matutino de la briza en la primavera arrullada por el canto de los pájaros y el sonido del agua al deslizarse en su camino hacia el mar?
¿Cuánto vale el rio Yaqui……?
