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La frase anterior la expresó el Papa Juan Pablo Segundo el cinco de mayo de 1994 a través de un comunicado enviado a los 140 cardenales distribuidos por el mundo en los que los convocaba a dos cosas; a sostener una reunión, en Roma, para los días 9 y 10 de mayo de ese año y a “con motivo del gran jubileo del año 2000, la Iglesia tenga el coraje de pedir perdón al mundo por todas las atrocidades que ha cometido a lo largo de su historia en el que se tenga que hacer un examen de conciencia por lo errores cometidos en temas como tribunales de la inquisición, las guerras de religión o las violaciones de derechos humanos”.
El documento que se mantuvo en secreto por varios días y difundido días después por el propio Vaticano, incluía también las “persecuciones a científicos”, en clara alusión a Galileo Galilei quien hasta el último momento mantuvo firme su versión de que la tierra era redonda y giraba alrededor del Sol y no al revés, como habían venido sosteniendo las creencias cristianas.
Y en general, les conminaba el santo barón a reflexionar en todos los aspectos oscuros de su historia. Errores y pecados que, según él, habían sido cometidos por sus hombres y de algún modo, “ en nombre de la iglesia”. Nada mejor que el inicio de un nuevo siglo, apuntaba el Papa polaco, “para que la Iglesia tome conciencia, con lucidez, de lo mucho que sus fieles han sido infieles a lo largo de la historia, pecando contra Cristo y su Evangelio”. Luego de conocido el documento, la mayoría de los diarios del mundo cabecearon así la información que puso en guardia al clero conservador; El papa quiere pedir perdón al mundo por los errores cometidos por la Iglesia en 20 siglos.
Se refería, Karol Wojtila, por supuesto, además de Galileo, a los excesos cometidos en varios casos, como en la inquisición, en donde se hizo presente la intolerancia y hasta la violencia, en el “ servicio de la verdad” de parte de los inquisidores; el “ mea culpa” papal incluía también esos mismos excesos y omisión con tintes de complicidad cometidos en el Holocausto, lo mismo que en las Cruzadas de las que alabó el celo de los cruzados medievales, pero dio gracias a Dios por el diálogo y a no recurrir a las armas. La disculpa englobaba también, por supuesto, el racismo y los excesos cometidos en contra del pueblo africano, “ por las formas en que fueron tratados en los siglos recientes” y ante todo, hacía referencia, también esa disculpa, a la discriminación histórica de las mujeres que se sigue dando hasta nuestros días y que las excluye de los votos sacerdotales, discriminación, dijo, en el que han participado no pocos miembros de la Iglesia, “ lo que lamento profundamente”.
Yo no sé, de cierto, hasta dónde el cardenal don Juan Sandoval Iñiguez -- quien hace algunos días acusó de corruptos a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard de haberlos “ maiceado” para que avalaran los matrimonios gay en México y la adopción de hijos, de parte de matrimonios lésbicos—haya conocido de las declaraciones del antecesor de Ratzinger, el actual Papa y menos si conoce el contenido del artículo 130 de la constitución y que tanto él, como su colega el Cardenal Norberto Rivera Carrera han venido violentando con sus declaraciones, pero ojala que no vayan a pasar otros 500 años, como los transcurridos en el caso de Galileo, para que el Papa de aquel entonces, siendo las diez de la mañana del 24 de abril del 2560, nos ofrezca una disculpa, a los mexicanos, todos y en especial a Ebrard, “cuyo enfrentamiento con el clero de entonces, lo dejó sin posibilidad de contender por la presidencia de la República por el PTM ( Partido Transexual Mexicano )”.
¿Y por cierto? A todo esto, qué dice el 130 de la Constitución que trae tan enojados a nuestros políticos? Y qué parte de lo expresado aquí han violentado nuestros purpurados: Este es el 130 con todo y sus reformas en 1992:
Se trata del inciso E que a la letra dice:
Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso OPONERSE A LAS LEYES DEL PAIS O A SUS INSTITUCIONES, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios. Y eso precisamente es lo que ha venido ocurriendo con los purpurados arriba mencionados; por lo demás, el columnista y los amantes de los niños tienen que estar de acuerdo en que los señores tengan que hacer de su deste un papalote, pero en el caso de las adopciones, el amor de una madre, jamás tendrá substituto, así de fácil. No se trata de estar en contra de sus preferencias sexuales.
Se respetan, cada cual su gusto, como también se tiene que estar de acuerdo con aquellos que han levantado la voz para señalar que ni Sandoval Iñiguez ni Rivera Carrera tienen la voz completa para arrojar la primera piedra en asuntos de la moral pues a ambos los aplasta y rebasa ampliamente su conocido solapamiento en los asuntos de pederastia cometidos por algunos ministros de culto católico. Remember el caso Marcial Marcel en la que no hay ni como ayudarlos, amén de los muy conocidos nexos del primero con los barones de la Cosa Nostra y su inexplicable enriquecimiento. A no ser que el Vaticano esté pagando en euros y de un tiempo a la fecha se hayan cuadruplicado los ingresos, de Cardenal para arriba.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Como para Ripley: Ahora que estamos por celebrar los 200 años de independencia y cien de revolucionarios, la agencia Gallup nos entregó en días pasados un claro espejito que refleja la maciza realidad del mexicano de nuestros días; Un total de 6. 2 millones de mexicanos emigrarían a los Estados Unidos si en este momento se abrieran de par en par las fronteras gringas y al diablo con los festejos patrios; la misma encuesta revela que el 19 por ciento de los adultos de este país ya estarían haciendo maletas para poner tierra de por medio, con rumbo, precisamente, y sin escalas, a los yunaites.
Si la apertura de las fronteras ocurriera a nivel mundial, la encuesta indica que países como Canadá, Suiza, Singapur, Nueva Zelanda, y Arabia Saudita, habrían de duplicar su población en cuestión de horas.
¡Usted ya escogió su destino?.
Como para que no quede duda que Calderón vive como emperador en un país sin monarquías y republicano hasta las cachas, la revista Hola nos ofrece en su portada una realidad que solo vive hacia el interior de los Pinos.
La tranquilidad de la que en algún tiempo vivimos los mexicanos, esa misma que nos acaba de ser arrebatada por las pandillas que ahora se disputan el país como botín, un país en donde impera la impunidad y la barbarie y que está muy lejos, por supuesto, de ofrecer la escena que exhibe Calderón de los dientes para afuera, al lado de su esposa, Margarita Zavala y sus hijos, María, Juan Pablo Segundo y Luis Felipe.
Aquí, al contrario de lo que reza la máxima de que una foto habla más que mil palabras, aquí lo cierto es que la realidad habla más que el maquillaje que pudiera imprimirse a la hora de posar para la foto de estudio, apartada de la desgraciada verdad que se vive en medio de muertos, decapitados y explosiones que mantienen al mexicano preso del pánico.
Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com
