|
Hace once meses la ciudad de Hermosillo, el Estado de Sonora y todo el País contuvimos la respiración impactados por una tragedia. Por un tiempo nos dimos cuenta del altísimo costo de ser una sociedad desorganizada y corrupta.
Cuarenta y nueve bebés murieron porque nosotros, usted y yo, todas y todos, en lugar de conformar una sociedad previsora, segura y confiable, no hemos logrado ser más que una manada de personas sobreviviendo en el mismo lugar, sin la posibilidad real de ser comunidad, tomar las riendas de nuestro destino y, en lugar de tragedias, heredarle un mejor País a nuestras hijas e hijos.
Somos culpables todos porque vivimos en una sociedad corrupta, y en el día a día todos la fomentamos. No nos hemos dado cuenta que la corrupción, por el acto más inocente que parezca, genera un efecto bola de nieve que tarde o temprano (nos) mata.
La corrupción nos aniquila algunas veces poco a poco y algunas otras de un “jalón”. Por lo pronto ya vimos que mata niños, que no fue el destino resignado. Ya lo sufrimos… ¿y qué hemos hecho en once meses para cambiar?
Somos culpables porque hemos dejado todo, hasta lo más sagrado, en manos de los políticos. Les hemos dejado toda la tarea a ellos, hasta la de cuidar bebés e inspeccionar su seguridad, crear las leyes y ejecutarlas, etcétera… pero no los vigilamos, no participamos, no les exigimos, no nos involucramos… Somos una sociedad dejada a la suerte por nosotros mismos.
Todo el tiempo suponemos que quienes nos gobiernan hacen las cosas mal, siempre nos quejamos, pero no hacemos nada porque cambien. Preferimos quejarnos en la ‘comodidad’ de nuestro hogar e incluso sospechar y criticar a aquéllos que deciden poner manos a la obra.
Así somos, al parecer estamos muy ocupados en la vida diaria, el trabajo, la escuela, los problemas propios y ajenos, las novelas, etcétera.
Todo el tiempo caminamos al filo del precipicio y lo sabemos, pero preferimos no ver los problemas y seguir como siempre iguales simplemente esperando a que otra tragedia nos llegue y entonces volver a lamernos las heridas.
En verdad pensé que con la tragedia de la guardería ABC cambiaríamos en algo, que seríamos mejor sociedad... que la culpa nos movería, que despertaríamos del letargo. Creo que me equivoqué.
Falta un mes para cumplir el primer año y el 5 de junio debería ser considerado día de luto nacional y bautizado como el “Día contra la Corrupción”, para que nunca se nos olvide. Pero los encargados de ello no lo han cumplido.
Mientras tanto, me vienen muchas preguntas:
¿Cuánto tiempo pasará hasta no ver a los culpables en la cárcel?
¿Cuándo dejaremos de ser una sociedad hipócrita que aplica todo el rigor de la ley y castiga a los pobres, pero solapa con todas las consideraciones a los poderosos?
¿Cuántos bebés más tendrán que morir por ser como somos… para que decidamos cambiar?
En La Lupa: ¿Calderón en Sudáfrica?
Lo más absurdo de los medios y sus contradicciones es que a nivel nacional hay una discusión estéril en torno si Calderón debe o no asistir al primer Juego del Mundial, donde la Selección Nacional jugará contra el anfitrión Sudáfrica.
Y aquí confirmo que, con todo respeto, Calderón y los suyos por una parte y millones por otra, vivimos en países distintos.
Les dolió tanto que nos hayan calificado de “Estado fallido”, que retaron a que señalaran algún lugar donde no exista el control del Estado y el imperio de la ley.
¡Qué burla de Presidente tenemos! ¿Por qué no mejor va a Copala donde, como en muchos otros lugares del País, no entra ni el Ejército? ¿Por qué no mejor se queda en México a hacer su trabajo? ¿Podrá disfrutar del juego mientras decenas mueren diariamente por la guerra que ‘comanda’?
O tal vez, ¿por qué no mejor viene a Hermosillo y se reúne con todos los papás y mamás de la guardería ABC, en lugar de simular reuniones en lo oscurito?
¡A trabajar, señor Presidente, que para eso le pagamos su sueldo!
O como dicen en las redes sociales: “Que vaya, ¡pero que se quede allá!”.
Guillermo Noriega Esparza
Internacionalista, UNAM y director de Sonora Ciudadana A.C.
Correo: noriega@sonoraciudadana.org.mx
