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Un cajemense desde Buenos Aires

José Amador González
Martes 06 de Abril de 2010
 

México a lo largo de la historia ha estado a merced de factores sociales que impiden su crecimiento, y de una ciudadanía que poco se preocupa por los acontecimientos del país y mucho menos se encuentra en disposición de mejorarlo. Pero también existen personas que quieren contribuir con su granito de arena para buscar cambiar esta situación.

Por esta razón desde mis inicios en la universidad me propuse no solamente quejarme de cómo trabaja el “sistema”, sino ocuparme de dicha cuestión contribuyendo de alguna manera a mejorar las cosas. Si bien es cierto que en este lapso de tiempo fue muy corto se conjuntó un número de estudiantes preocupados porque las cosas mejoraran en su propio entorno, y corroboramos que aunque es difícil las cosas se pueden hacer de buena manera sin necesidad de caer en actos corruptos.

La educación no está exenta de esta problemática, por ello que nació en mí la idea de buscar nuevos horizontes para realizar los estudios de postgrado en Psicología en un país donde esta área está más desarrollada que en México, adquirir nuevas experiencias y nuevos conocimientos que podré emplear a mi regreso a Ciudad Obregón. 

Estoy seguro que con las aportaciones de los profesionistas de la salud mental se puede ejercer un cambio favorable para que las cosas en nuestra ciudad y en todo el territorio nacional puedan cambiar, pero ese es un trabajo que nos debe preocupar a todos los mexicanos.

A esta iniciativa también se podrán sumar todos los profesionistas sin importar el rubro al que pertenezcan, que tengan la firme convicción de convertir a México en el país que la mayoría de la ciudadanía desea.

Es inevitable, estando lejos de tu país de origen haces comparaciones sobre aspectos sociales, políticos, culturales e incluso individuales. 

En Buenos Aires se respira de diferente manera, en comparación a Ciudad Obregón.  Son mundos totalmente distintos.

En la  capital argentina el ritmo de vida es muy veloz,  como es de esperarse por ser una metrópoli. Pareciera que las personas solo se preocupan por sus actividades sin importar lo que suceda a su alrededor.

Es impresionante ver como se viven los días feriados. Uno muy significativo para ellos, el 24 de marzo, cuando se conmemora el aniversario del último golpe de estado que vivió la Republica de Argentina, caminas por las calles y te encuentras un sin número de personas disfrutando de las distintas actividades; juegan fútbol con los amigos en la plaza, una gran cantidad de parejas de todas las edades caminan por el barrio de Belgrano, un sin número de personas de distintas nacionalidades, asiáticos, musulmanes, europeos, etc.; grupos de amigos/as disfrutan un helado, una paleta o simplemente aprovechanel tiempo para platicar.
Los restaurantes cercanos lucen gran afluencia en sus mesas.

Al seguir mi recorrido por las avenidas de esta metrópoli me encontré a no más de 5 calles otra plaza donde el común denominador con la anterior era el mismo, no me di a la tarea de contar a las personas pero sin dudarlo creó que eran más de cien.  Fue impresionante para mí ver todo esto, ya que en Obregón desgraciadamente no he vivido estos sucesos, al contrario día con día lo veo más lejano para verlo en Cajeme. De antemano se tiene que reconocer que no todo es como estos eventos en este país, también existen muchas problemáticas sociales, la inconformidad con el gobierno, pandillas, violencia, drogadicción, inseguridad, etc.  Estos serán siempre problemas que no escapan por desgracia a ningún rincón del mundo, pero si es importante ver el grado de prevalencia de las mismas en cada una de las regiones.

Mis últimos días en mi ciudad natal, se respiraba un ambiente pesado y con el paso del tiempo va agudizándose de forma grotesca: asesinatos, balaceras, granadas, conflictos políticos, la construcción del acueducto, las complicaciones que eran de esperarse de una nueva administración estatal.

Desde lejos se ve a un Cajeme que poco a poco se va deteriorando en muchos aspectos, la inseguridad creo que es el tema que más le preocupa hoy a los cajemenses, sin olvidar el gran problema del agua y la iniciativa del gobierno estatal para llevar el vital liquido a la capital. Problemas de todos que desafortunadamente lo terminarán de resolver a conveniencia de muy pocos, los intereses políticos siempre han estado primero que los de la ciudadanía.

Si bien es cierto que desde mi llegada a Buenos Aires, las personas con las que he tenido  oportunidad de conversar se han portado de una forma muy buena y esto ha permitido en cierta medida ir adaptándome más rápido a este nuevo entorno.

Lógicamente como en todo lugar existen casos donde las personas se portan de una manera prepotente, pero creo que eso pasa en todo país, aunque no se puede olvidar que estar inmerso en el ritmo de vida como el existente aquí hace sentir a la población que solo vive su mundo sin importar lo que pase a su alrededor. 

Es ahí donde veo la diferencia principal con los mexicanos, en especial los sonorenses, como nuestro ritmo de vida no es tan exigente como el de Buenos aires,  somos unas personas muy amigables y sencillos, aunque fuese difícil de creer para muchos, brindamos la mano al hermano cuando lo necesita,  nuestro apoyo y nuestra calidez cuando alguien lo necesita. Sabemos ser buenos anfitriones en cualquier eventualidad, somos solidarios con las desgracias ajenas, creosin temor a equivocarme que estos son valores muy característicos de nuestra región y con ello no quiero decir que en otros lugares no existan, pero lo veo más asentado en nuestro estado.

Es por ello que en ciertos momentos no termino de comprender la magnitud de los sucesos existentes hoy en nuestra comunidad, ya que no se puede culpar solamente al sector gubernamental, también  la ciudadanía es responsable de la realidad por la que estamos atravesando en este momento.

Desafortunadamente estos sucesos se ven día con día no solo en nuestra comunidad si no en toda la republica mexicana.  El cuestionamiento más grande que nace en mí es: ¿Cuando vamos a hacer algo por cambiar?

Platicando con un compañero argentino, me comenta que hoy en su país existen movimientos sociales impulsados por la juventud para buscar soluciones a todos los acontecimientos de su nación, y beneficiar así a toda la comunidad. Reconocen los errores que han cometido en el pasado y tratande aprender de ellos para no volverlos a cometer.

Es increíble haber escuchado este planteamiento que se puso frente a mí, la juventud está preocupada o mejor dicho ocupada en hacer algo por ayudar al crecimiento de su país.

En nuestro país es casi imposible ver a grupos sociales exponiendo las demandas para ejercer un cambio y las contadas ocasiones siempre tienen tintes partidistas, para fines personales, no sociales. México es un país que se merece crecer en todos sus ámbitos,  se cuenta con hermosas playas, bosques, bellezas naturales, una gran diversidad gastronómica, diversidad cultural, etc. Ya es hora de que alguien haga algo por mejorar, lo difícil es saber quién tomará esa iniciativa...

 

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